Yimel Díaz Malmierca y Amalia Ramos Ivisate
Hace unos días, La Habana fue la capital del Caribe. La ciudad acogió eventos relevantes para las naciones bañadas por un mismo mar: la I Conferencia de Cooperación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y las reuniones ministeriales de tal organización, así como del mecanismo Caricom-Cuba.
¿Qué proyectos o acciones se derivan de los encuentros celebrados por estos días en el Hotel Tryp Habana Libre?
En la I Conferencia de cooperación se presentaron varios proyectos. De ellos, cuatro están relacionados con el cambio climático e involucran tanto a la AEC como al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente cubano (CITMA).
El primero tiene que ver con la protección de las zonas costeras y el control de la erosión; otro, con la mitigación de daños a los arrecifes coralinos; el tercero pretende contrarrestar los efectos negativos de las algas sargazo; y el último se enfoca en especies invasoras, como el pez león. Todos encierran realidades que impactan negativamente a nuestro patrimonio común, el mar Caribe.
Por otra parte, y como respuesta a la necesidad de enlazarnos, se revisó el programa Unir al Caribe por aire y mar. De él estuvimos debatiendo sobre tres proyectos que se proponen mejorar la conectividad en la zona para estar entre nosotros mismos más unidos y conocernos mejor. Uno de ellos es un mapa interactivo, en el que con solo un click se puede acceder a más de 70 puertos de la zona y ver los barcos que entran y salen.
¿Cuál de esos proyectos impacta más en los pobladores del Caribe?
El centrado en la erosión costera pues si monitoreamos cómo sube y baja el nivel del mar, podemos buscar soluciones que protejan nuestras playas y líneas costeras. Además, este proyecto, diseñado por Cuba, está pensado para el presente y el futuro, e incluye a casi toda la membresía, así como a muchos de los Estados observadores. Ha conseguido financiamiento de Corea del Sur, Francia, Holanda, y otros.
En su discurso durante la XXII reunión ministerial de la AEC usted mencionó con entusiasmo un plan de comunicación, ¿de qué se trata?
Como parte del proceso de revitalización iniciado años atrás, es preciso hacer visible a la organización y a los países que la integran. Estamos haciendo una estrategia comunicativa para asegurarnos de ello y vamos a utilizar todos los medios posibles.
Durante estos días en Cuba se ha hecho un buen trabajo en ese sentido, imagino que los cubanos ya tienen una mejor idea de lo que hacemos, pero quisiera esa misma atención en el resto de la zona. Para lograrlo tenemos un plan que este año comenzó con un homenaje al líder Fidel Castro, muchas personas pudieron verlo en vivo a través de Internet. En abril lo continuaremos con el lanzamiento de una guía de turismo regional y en julio vamos a tener una gran actividad en apoyo al proceso de paz de Colombia.
Esperamos ganar en visibilidad para que en la próxima reunión nadie más se pregunte qué es la AEC.
En una coyuntura desfavorable para otros mecanismos de integración, ¿qué papel juega la AEC?
No estoy de acuerdo con que la coyuntura no favorezca a la integración, los últimos días han mostrado el compromiso existente en el área con esa idea. Los ministros de toda la AEC lo ratificaron y durante la reunión Caricom-Cuba también. La integración es la única manera de garantizar la independencia y está viva en la región.
¿Cuáles son sus lazos personales con Cuba?
Cuba me ha tratado como de la familia. Cada vez que llego a esta nación me siento parte de ella, quizás sea porque todos en el Caribe tenemos un lugar especial para Cuba. Desde que empezó la Revolución, nuestros líderes le mostraron su apoyo, y aunque somos países pequeños, siempre hemos estado en su batalla contra el bloqueo. Tenemos a Fidel en nuestro corazón como un ideal. Por todas esas razones digo que ¡yo también soy cubana!
