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Alba: el sueño de dos quijotes

Por Yaima Puig Meneses y Yudy Castro Morales  

CARACAS, Venezuela.— “La construcción de la unidad es la tarea más importante que enfrenta toda Revolución verdadera”, sentenció el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al intervenir, este domingo, en la XIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP).

 

Alba: el sueño de dos quijotes. Foto: Estudios Revolución

 

Y es que justamente la unidad regional, el legado de Fidel y Chávez en este sentido y cuánto falta aún por avanzar en el camino de la integración, fueron temas retomados una y otra vez durante las intervenciones.

“Fidel nos enseñó a recurrir siempre a la historia, a ser audaces y a la vez realistas, y que lo que parece imposible se puede alcanzar si nos lo proponemos con firmeza y actuamos de manera consecuente”, reflexionó el General de Ejército.

Alertó que “estamos en una etapa crucial de nuestra historia” y “un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos”. Ante tal realidad —aseguró— “los países miembros consideramos la integración solidaria como una condición imprescindible para avanzar hacia el desarrollo.

“No están solos”, reiteró Raúl al pueblo bolivariano y ratificó el compromiso asumido de acompañar la defensa de Venezuela, así como la posición digna, valiente y constructiva del Presidente Nicolás Maduro Moros.

Para Cuba ninguna causa justa de la Patria Grande es ajena, de ahí la voluntad de nuestro país, expresada por Raúl una vez más, de acompañar a los “hermanos entrañables del Caribe” y a los Gobiernos progresistas de la región. Asimismo, reiteró la solidaridad con Dilma Rousseff, Luiz Inacio Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner, reconocidos líderes de Nuestra América.

Una alianza de paz

“Hemos venido a esta Cumbre a reafirmar, en homenaje a Fidel y Chávez, que el camino de nuestros pueblos es la cooperación, la complementariedad y la solidaridad humana, cristiana, latinoamericana y caribeña; ese es el camino nuestro”, expresó el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en sus palabras durante la inauguración de la Cumbre.

El Alba nació de un parto histórico a inicios del siglo XXI y vio la luz para defender las ideas de nuestros pueblos, evocó el mandatario venezolano, y a su vez subrayó que esta Alianza ha demostrado que un mundo mejor es posible, poniendo al ser humano al centro de todos sus proyectos.

En esta primera etapa el Alba es el proyecto que de mejor forma ha realizado los sueños, las esperanzas y la visión geopolítica de los libertadores, valoró Maduro. La región —dijo— ha visto nacer diferentes mecanismos de integración, útiles, pertinentes; pero desde este espacio hemos construido una identidad y la visión de elevar la cooperación a un nivel superior.

“Con Fidel y Chávez vamos a seguir transitando el siglo XXI”, afirmó el Presidente anfitrión de la histórica cita. El reto sigue siendo “convertir el Alba, en todas sus dimensiones, en una alianza para ayudarnos, para construir una nueva región, una alianza de paz, de solidaridad, de futuro”; y así continuar consolidando lo suscrito en La Habana, en enero del 2014, tras la proclamación de Nuestra América como Zona de Paz.

Tras quedar inaugurada la Cumbre,  los participantes sostuvieron a puertas cerradas, durante aproximadamente cuatro horas, “una fructífera reunión” que actualizó la visión de sus gobiernos sobre la situación actual, según informó el Presidente Maduro al reiniciar la sesión pública.

Al concluir los discursos de los jefes de delegaciones, Delcy Rodríguez, canciller venezolana, dio lectura a la Declaración de la XIV Cumbre del Alba-TCP Defendamos la unión, la dignidad y la soberanía.

De este documento, Nicolás Maduro destacó tres decisiones fundamentales: reactivar un fondo financiero para el apoyo legal y asesoría a los migrantes de Nuestra América en los Estados Unidos; acoger con fuerza la convocatoria hecha por Evo Morales, para realizar la Conferencia Mundial de los Pueblos Por un mundo sin muros hacia la ciudadanía universal; y designar como Secretario General del Alba a David Choquehuanca, exministro de Relaciones Exteriores de la República de Bolivia.

Otro pronunciamiento de esta Cumbre fue el respaldo de los países del Alba-TCP al justo e histórico reclamo del Estado Plurinacional de Bolivia, sobre su derecho a una salida al mar con soberanía. Al mismo tiempo, reafirmaron el llamado hecho en febrero de 2013 a los gobernantes y pueblos de Chile y Bolivia, para que de forma pacífica y a través del diálogo y la negociación, encuentren una solución satisfactoria a este problema.

La celebración de la XIV Cumbre, este cinco de marzo, se hizo coincidir con el cuarto aniversario de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez. Que el escenario elegido fuera precisamente Venezuela, constituyó también un apoyo de los miembros de esta Alianza a la Revolución Bolivariana.

Cuba en Venezuela

La presencia aquí de Raúl Castro Ruz es la de un hermano, de un padre, de un buen amigo de Venezuela, dijo Tareck El Aissami, vicepresidente ejecutivo del Gobierno bolivariano, en declaraciones a la prensa cubana, poco antes de recibir al Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros este domingo, en el aeropuerto internacional Simón Bolívar.

Igualmente, agradeció el acompañamiento de Cuba, no solo ahora, sino desde que la Revolución se hizo del poder político en Venezuela. “Cuba siempre ha estado como un pueblo hermano y nos ha ayudado a avanzar en este empinado camino que es la causa revolucionaria”, manifestó.

“Fidel es para nosotros lo que Chávez es para Cuba. Nos hermanaron dos gigantes y nos han sentenciado a un solo destino: el de construir la Patria Grande. Cuba y Venezuela son dos pueblos inseparables ahora y para siempre”, por eso la presencia aquí de Raúl y del pueblo cubano es la reafirmación del amor de ambas naciones, valoró el Vicepresidente.

Tenemos un “agradecimiento infinito a Cuba, a la Cuba de Fidel, a la Cuba revolucionaria, a la Cuba digna que no se ha arrodillado ni se arrodillará ante las pretensiones imperiales; por eso es que seguimos su ejemplo. Son dos revoluciones y un destino: la victoria”, concluyó.

 

 

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