Por Orestes Eugelles Mena
La significación histórica, política y económica del Movimiento Millonario de zafras azucareras y su vigencia actual, se ponen de relieve en los matutinos que se desarrollan en el país por la conmemoración del 3 de marzo, aniversario 52 de creada esa emulación especial.
Ese movimiento de alta productividad se inició en la campaña de 1965, materializando un idea surgida en el seno de la asamblea de balance anual de núcleo del Partido efectuada en 1964 en la granja Emiliano Lesmes del central América Libre en Santiago de Cuba, presidida por el general de Ejército Raúl Castro Ruz.
Desde ese momento, los trabajadores movilizados de forma voluntaria y habituales se organizaron en brigadas de macheteros o pelotones para el corte manual, mecanizado, el alza y tiro de la caña.
Miles de hombres y mujeres formaron parte del Movimiento Millonario, realizando verdaderas proezas laborales, y muchos de ellos acumularon relevantes méritos que los hicieron acreedores de la condición de Héroe del Trabajo de la República de Cuba que otorga el Consejo de Estado.
Entre esos colosos de la mocha, como son calificados, se encuentran, Reinaldo Castro Yedra, el de más alta productividad en el corte de la caña en Cuba, Dimas Ramón Martinto Brown, Dagoberto Prado Pérez, Celia Hernández López, primera mujer Heroína del Trabajo de la República de Cuba, Acel Quevedo operador de máquinas combinadas cañeras.
Esa emulación se convirtió en Patrimonio de las zafras azucareras y en un acicate para el impulso del cumplimiento de la tarea diaria asignada a cada trabajador y colectivo con el fin de elevar la productividad y calidad del producto terminado.