El salto dado por la empresa José Gregorio Martínez, de Cienfuegos, única de su tipo en el país, se semeja ─salvando las diferencias, desde luego─ al de Javier Sotomayor, cuando en 1993 en Salamanca, España, sobrepasó la varilla a 2,45 metros de alto, récord aún vigente.
Fíjese si así, que desde 1964 y hasta el 2010, o sea, en 46 años, esa entidad tuvo una media histórica de 3,4 millones de pesos en ventas. Y en algún momento ─quizás en más de uno─ estuvo a punto de colapsar y cerrar sus puertas.
Lixandre Hernández Viera, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y director general de esa entidad, al referirse a la historia de ese centro explica que fue concebido para fabricar motores estacionarios, útiles en pequeños equipos. En ese entonces solo pudieron producir uno, pues los estadounidenses adquirieron la patente. Desde 1965 y hasta 1975 se mantuvo haciendo lo que apareciera: maquinando ruedas de ferrocarril, reparando compresores de aire y máquinas de coser…
En 1975 le dieron al colectivo la tarea de desarrollar la hidráulica a tono con la construcción en Cuba de las combinadas cañeras KTP en la fábrica de Holguín. En ese año comenzaron a fabricar los cilindros hidráulicos y en 1979, las mangueras.
Hoy las ventas superan los 11 millones de pesos y las utilidades los 2 millones 790 mil. El director general apunta al respecto que ese resultado es el fruto del “impacto de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica del Partido y la Revolución en la empresa y la materialización de la estrategia de desarrollo de la oleohidráulica en Cuba”.
“Han aumentado las ventas, pero siempre aparejadas al incremento de las unidades físicas”, subrayó. Explicó además, que ese incremento ha estado unido también al aumento de la eficiencia en las producciones.
“Inicialmente teníamos muchos problemas con los altos costos por el mantenimiento y las interrupciones, pero hemos instaurado una política correcta en ese sentido”, afirma.
En el año que recién finalizó sobrecumplieron en un 20,3 % el plan de utilidades y la salud financiera de la entidad resultó muy favorable en sentido general.
Perspectivas
De sus talleres salen producciones muy valiosas e imprescindibles en diferentes sectores de la economía y los servicios, como cilindros, mangueras de alta y mediana presión y gatos de siete, 12 y 30 toneladas.
De los 100 millones de dólares que importa el país en componentes hidráulicos cada año, unos 20 millones pueden ser producidos en la entidad cienfueguera, previa adquisición de nuevos equipos, obviamente.
En ese sentido, el colectivo, que ostenta la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato del sector, tiene el propósito de recuperar completamente el plantel industrial y elevar la utilización de las capacidades fabriles.
El proceso inversionista para materializar esos objetivos contempla un valor financiero de 7 millones de pesos. Está concebida la adquisición de siete nuevas máquinas herramientas de mando numérico (computarizadas), las que se unirán a las existentes y posibilitarán aumentar la producción de piezas específicas y de alta precisión, disminuir el tiempo empleado en la elaboración de cada una de ellas y elevar la eficiencia. Antes del próximo mes de mayo deben recibir cuatro de esos modernos equipos.
Otro de las intenciones más significativas es exportar algunos renglones. “En 52 años esta entidad solo ha realizado dos ejercicios de ventas en el exterior”, especifica Lixandre.
Por otra parte, la estrategia de desarrollo concebida y puesta en práctica contempla la producción de equipos de Izaje de diferentes potencialidades, rampas niveladoras para la zona del Mariel y carretillas elevadoras de tijera (una especie de andamios móviles), los que pudieran ser exportados, de encontrarse el mercado apropiado.
Esa entidad evidencia, con la consolidación que comienza a materializar, la eficacia que puede alcanzar la empresa estatal socialista, a tono con lo refrendado en la adecuación del modelo económico y la implementación de los Lineamientos.