Ya se sabe que la expresión popular “nacer en zurrón” implica una marca de buena suerte y prosperidad. Ahora, con cierta modificación, se pueden apropiar de esa marca todas las cubanas que reciben los beneficios de las nuevas disposiciones establecidas para favorecer a las trabajadoras que sueñen con procrear, y aquellas que ya andan de la mano de sus niñas o niños.
La santiaguera Arlines García Salmon es de las que a sus siete meses de gestación se siente “embarazada en zurrón”.
“No es para menos, comenta, este conjunto de medidas, cada una convertida en complemento de la otra, brinda más seguridad, es toda una tentación para decidirse a tener hijos”.
Desde la visión de esta socióloga los decretos leyes y las resoluciones dadas a conocer el pasado 10 de febrero articulan acciones con una honda visión de equidad de género.
“En Cuba el concepto de familia es amplio y con características distintivas, por eso es excelente que mamá y papá pueden transferir el cuidado del bebé a abuelos maternos o paternos que sean trabajadores y que estos tengan respaldo económico con una prestación social”.
Desde su desempeño como especialista de atención al contribuyente en la Oficina Provincial de la Administración Tributaria, Arlines también pondera las medidas que directamente benefician a las mujeres del sector no estatal y reconoce el interés que ello ha suscitado.
“Otros asuntos referidos al otorgamiento y pago de plazas en círculos infantiles y seminternados, el tratamiento a embarazadas que pueden quedar disponibles y a las que ejercen el pluriempleo son igualmente estimulantes”, acota esta “barrigona”, quien en compañía de su esposo ya comienza a pensar en darle un hermanito a la bebé que está por nacer.