Por Ramón Labañino Salazar, Vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba y Héroe de la República de Cuba
Según el plan de la economía nacional, en este año aspiramos a un crecimiento en torno al 2 por ciento. Para entender cómo llegar hasta ese punto, es importante analizar lo ocurrido en el año anterior.
En el 2016 nuestra economía se vio afectada, entre otros factores, por el suministro inestable de petróleo, cuya situación perdura en la actualidad. Por ejemplo, se preveía el suministro de 98 mil barriles de petróleo diarios y en realidad fueron alrededor de 75 mil, por lo que se hicieron grandes reajustes, bajo el principio de afectar lo menos posible al pueblo. Por tanto, se disminuyó el consumo energético en un 28 % en los establecimientos estatales, para evitar apagones a la población.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba continúa afectando duramente nuestros proyectos, por tal motivo para lograr el crecimiento económico antes mencionado queremos destacar algunos aspectos que es necesario alcanzar:
1.- Lograr una mayor exportación de nuestros productos y sustituir importaciones.
2.- Uso racional de todas nuestras reservas internas.
Un ejemplo muy ilustrativo de este segundo aspecto es la existencia de inventarios ociosos, o sea recursos que poseen las empresas y organismos, que no están en uso y pueden ser útiles para otras instituciones. Una idea que habría que estudiar es la posibilidad de incrementar las ferias de inventarios ociosos, de forma tal que todos los recursos se muevan dentro de nuestra economía interna.
3.- Incrementar la inversión extranjera hasta niveles que nos permitan crecer al ritmo que deseamos.
Debemos hacer un gran esfuerzo para estimular el crecimiento de la inversión foránea hasta el orden de los 2 mil 500 millones de dólares anuales, de manera que tengan un impacto real. En la actualidad estamos logrando solo un 6 % de esa inversión, a veces provocado por la lentitud del proceso de análisis de inversiones, que en ocasiones toma hasta dos años para ser aprobado. Incluso nuestro presidente Raúl Castro Ruz nos llamó a no tener miedo a las inversiones y a ser más eficaces y rápidos en la toma de decisiones en relación con estas.
Punto aparte, queremos hacer énfasis en que debemos esforzarnos en desarrollar mucho más el uso de fuentes de energía renovable, como los paneles solares (fotovoltaica), la biomasa cañera, la eólica (molinos de viento) y otras, las cuales solo aportan hoy en día el 4,65 % de la energía eléctrica que consumimos.
Nuestro modelo siempre parte de defender los intereses del pueblo, conservando el bienestar que hemos conquistado gracias a la Revolución. De nuestro Presupuesto del Estado se invierten 64 mil millones de pesos en conservar, independientemente de las adversidades, la educación y salud gratis, la seguridad social, la cultura, el deporte y la defensa.
En estos momentos, la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec) —que desempeña un activo papel en la actualización de nuestro modelo económico— trabaja con los diferentes colectivos obreros e instituciones sobre las vías efectivas para cumplir el plan de la economía.
Como parte de esta actividad mantenemos un estrecho vínculo con la CTC nacional, especialmente con su departamento económico, en la asesoría a cada uno de sus 16 sindicatos. Esta alianza es vital. La Anec, junto con la CTC y todos los factores de nuestra sociedad, continuará defendiendo los objetivos del proyecto económico socialista.