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Concentrarnos en las prioridades

Por Milagro de la Caridad Pérez Caballero, Miembro del Secretariado Nacional de la CTC

La participación de los trabajadores es un elemento de suma importancia en la elaboración, ejecución y control del plan, tanto en el orden político como económico. El movimiento sindical cada año realiza el proceso político de presentación e información del plan y el presupuesto en asambleas.

«La participación de los trabajadores es un elemento de suma importancia en la elaboración, ejecución y control del plan, tanto en el orden político como económico».Foto: www.tvcamaguey.icrt.cu

 

Este paso que se desarrolla en los meses de febrero y marzo concluida la emisión y desagregación, persigue objetivos esenciales que complementan la actuación de los colectivos en los planes de la economía: que los trabajadores conozcan, dominen y se comprometan con estos, pues hacerlo permitirá su activa participación con sus ideas, criterios, opiniones y aportes para contrarrestar las limitaciones que presenta nuestra economía. También permitirá elevar los niveles de producción, la productividad del trabajo y por supuesto el incremento de los ingresos de los trabajadores, con la eliminación de pagos sin respaldo productivo.

Importante será la premisa de que no podemos gastar más de lo que tenemos, por lo que el ahorro de todo tipo de recursos es fundamental, al igual que cumplir con los planes en unidades físicas y hacer un uso racional del presupuesto.

Cada asamblea debe concentrarse en sus prioridades y afrontar con inmediatez el combate contra el robo, que debe erradicarse en cada colectivo laboral.

Para todo ello se realizan acciones conjuntas con la Anec destinadas a garantizar la preparación de los cuadros, dirigentes sindicales y trabajadores.

Resulta necesario recalcar que en la etapa de preparación y capacitación deben estar incluidos los temas con las especificidades de las áreas, sector, rama y lugar de que se trate, para convertir los análisis y discusiones de las asambleas en diálogos asequibles, coherentes, contextualizados y comprometidos con la misión que nos corresponde en la coyuntura actual, al ser este un escenario esencial en el ejercicio integral y sistemático de educar ideológica y económicamente a los trabajadores.

Consideramos imprescindible además fortalecer la labor de los innovadores y racionalizadores, de manera tal que convirtamos su talento en el recurso económico que nos falta. Alargar la vida útil de equipos y medios, fabricar y recuperar piezas de repuesto, sustituir importaciones o usar con racionalidad los insumos, puede ser una significativa fuente de ingresos.

Aunque se han adoptado decisiones favorables se mantienen las inconformidades en los temas salariares, pues todavía distan de su implementación correcta las resoluciones que no solamente tributan al incremento del salario, sino que sus esencias están en el aumento de las riquezas creadas. Aún esa combinación no ha sido bien interpretada por cuadros administrativos, sindicales y trabajadores, aunque se muestran mejoras.

Otros aspectos que deberán centrar la atención son el cumplimiento de los ingresos previstos por las exportaciones y avanzar en la sustitución de importaciones, elementos claves para aumentar la disponibilidad de divisas del país. Igualmente concretar los proyectos de inversión vinculados a los programas de desarrollo económico, elevar el rigor en el control del uso y destino de los portadores energéticos y de los inventarios.

El debate también estará dirigido al mejoramiento de las condiciones de trabajo, a las partidas planificadas para el mantenimiento y adquisición de los instrumentos de trabajo, la alimentación, los medios de protección individual, porque la salud y seguridad del trabajador resultan esenciales.

No se trata solo de informar a los trabajadores para que tengan conocimiento, sino que resulta imprescindible promover su implicación, escuchar sus propuestas y lograr comprometerlos con el plan.

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