La problemática de la integración interna de la universidad con su entorno económico y social, así como la relación con el cumplimiento de su misión social en función del desarrollo estuvo en el centro de la conferencia impartida hoy por el doctor José Ramón Saborido Loidi, ministro de Educación Superior (MES) de Cuba, ante asistentes al Congreso Internacional Pedagogía 2017 que se desarrolla en el Palacio de Convenciones.
En sus palabras, el titular del ramo profundizó en la nueva etapa de integración de la educación superior cubana, caracterizada por la inclusión de facultades y perfiles pedagógicos y de cultura física en las universidades en las distintas provincias, sus resultados preliminares, así como sus retos y proyecciones.
Al comenzar su intervención, dijo que por primera vez la intervención del ministerio que representa en este cónclave se realiza en el nuevo escenario conformado por el paso a la organización MES de todas las instituciones de educación superior de perfil pedagógico del país, incluyendo las de cultura física y el deporte. “Ello, asevero, constituye un alto honor, un enorme reto y una gran responsabilidad para todos nosotros”.
Recordó que hace solo unas semanas se celebró en la isla el aniversario 55 de la histórica victoria cultural y política alcanzada en la Campaña Nacional de Alfabetización, diseñada y dirigida, en medio de las agresiones imperialistas de todo tipo, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. “La educación ha sido, es y será una primera prioridad de la Revolución”, sentenció.
Afirmó que el formar “nuestras universidades a los maestros y profesores del país obliga a mantener, a través del Ministerio de Educación (MINED y de las direcciones de Educación territoriales, vínculos orgánicos permanentes con estos egresados y las escuelas e instituciones donde ejercen en la docencia. Solo si esto se hace de conjunto y bien, tendremos los resultados que la patria espera y necesita de nosotros”.
Alegó que para lograr cabalmente esa superior interconexión, es imprescindible, primero, profundizar en la integración interna de las universidades, como base elemental para el establecimiento de vínculos orgánicos con el resto de las instituciones educacionales en función del desarrollo del país.
Al referirse a los retos y proyecciones del MES para la universidad integrada en el mediano plazo, desde la fecha hasta el 2021, Saborido mencionó entre otras cuestiones seguir formando profesionales competentes y comprometidos con la Revolución, que se caractericen por su patriotismo, humanismo y cultura integral.
Para ello, apuntó, se deberá incrementar y diversificar con la mayor justicia social, el acceso a la educación superior en correspondencia con las universidades nacionales y territoriales, en particular en los cursos por encuentros y en las carreras pedagógicas, a fin de satisfacer las necesidades de maestros y elevar la eficiencia académica con calidad.
Añadió también que trabajan en la aplicación de concepciones prácticas pedagógicas que estimulen el aprendizaje activo, autónomo y colaborativo de los estudiantes, con mayor y mejor uso de las tecnologías de la información.
Al concluir su intervención, Saborido subrayó que algunos países han revivido las terapias de choque y los reajustes sociales neoliberales, que afectan, en primer lugar a la educación.
Ante esa amenaza, alegó, las universidades y las escuelas, como siempre, serán importantes escenarios de lucha en defensa de los intereses legítimos de sus pueblos.
Cuba, recordó, sigue bajo las secuelas del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, lo cual afecta a todos los sectores de la sociedad, entre ellos a la educación.
“No obstante, a pesar de las dificultades económicas, se han logrado preservar las grandes conquistas sociales de la Revolución como la educación, la salud, la cultura, el acceso a la cultura física, el deporte, la seguridad ciudadana y, sobre todo, el respeto a la dignidad y derechos humanos del pueblo.
“En el enfrentamiento y solución a estos nuevos retos, la educación superior asume una enorme responsabilidad, teniendo como principal bandera, espada y escudo, el legado, y la obra del gestor de la educación socialista cubana, nuestro líder eterno Fidel Castro Ruz”.