El servicio en el restaurante Los Siete Mares, del Vedado, en La Habana, está “muy bueno, con una variada oferta, a base de pescados y mariscos y precios asequibles en moneda nacional”, señaló Elio Ramos, luego de ser atendido en dicha unidad.
Este criterio fue confirmado por Leticia Reyes, quien elogió el sabor de la comida consumida y en especial de la sopa, así como la presentación y el trato afable de los dependientes, “hace falta que esto se mantenga y extienda a otros lugares”, sentenció.
Puede que no todos coincidan con estas opiniones recogidas al azar, pero lo cierto es que los servicios han mejorado de forma considerable en Los Siete Mares, sobre todo a partir de ser sometido a una reanimación integral.
El administrador de este restaurante, Giovanny Pérez Labrada, informó a Trabajadores que no solo se remozó el área de atención, sino también las de elaboración de alimentos y se amplió la capacidad de refrigeración con la instalación de una nueva nevera.
“Hoy por hoy —apuntó—, nuestros trabajadores se sienten bien, en condiciones de prestar un servicio superior, y mantenemos una oferta diaria de más de 20 platos fuertes y 10 entrantes, todos con pescados y mariscos de primera calidad.
“Esto nos ha permitido incrementar el nivel de aceptación, a pesar de la competencia de la paladar que tenemos al lado, vender diariamente más de 6 mil 600 pesos, la cifra programada, y cumplir al 104 % el plan de forma acumulada”.
Pero lo más importante es que no se trata de un hecho aislado, sino de un amplio programa de reanimación de la red gastronómica que abarca toda la calle 23, una de las principales de la capital, y se extiende a otros municipios habaneros y del interior del país.
Entre las últimas acciones se encuentra la restauración general del emblemático restaurante El Cochinito, que recibe los toques finales y se le devolverán las características originales, con servicio de parrillada y puerco asado en púa.
El segundo administrador, Yordan Fonseca, dijo que “se están preparando para dentro de poco comenzar a prestar un servicio de calidad y personalizado en el caso de la parrillada y el patio, donde los clientes podrán apreciar los asados y adquirirlos directamente”.
A los trabajos en los restaurantes especializados se suman los de la red gastronómica, como los ejecutados en la pizzería Buona Sera, donde se habilitó la terraza con mesas y sombrillas y casi se triplicó su capacidad.
Son cambios que se reciben con agrado porque contribuyen a renovar la imagen de los servicios gastronómicos estatales, entre los más criticados por la población en sentido general, debido a las numerosas deficiencias acumuladas.
Al propio tiempo forman parte de los objetivos que se propusieron el ministerio y el sindicato del ramo para arribar en condiciones superiores al 4 de febrero, Día del Trabajador del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.
“Tenemos grandes retos por delante, indicó al respecto Elba Esther Pérez Castro, miembro del Secretariado del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, y uno de ellos es mejorar la calidad de los servicios que se brindan en nuestras unidades”.
Se trata de una batalla permanente, en la cual el sindicato tiene un rol preponderante, pues muchas de las faltas señaladas son de carácter subjetivo, dependen de la voluntad de cocineros, dependientes y demás trabajadores encargados de la correcta elaboración de los productos y atención al cliente.