“Los compromisos se cumplen y la palabra empeñada es sagrada”, dijo Jeiber Pino Reina, un trabajador destacado de la entidad, quien se refería a un hecho muy particular.
“Durante el acto en que se le entregó al colectivo el estandarte que lo acreditó como Vanguardia Nacional el pasado año, Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), nos exhortó a sobrepasar los 36 coches planificados. Públicamente dijimos que sí, terminamos haciendo 42”, precisó.
“La tarea fue dura, se trazó una estrategia, se convocó a trabajos voluntarios. En junio recuperamos nueve coches; en agosto, como saludo al 90 cumpleaños del Comandante en Jefe llegamos a la cifra de 40, luego dos más, terminamos el 2016 con seis coches por encima del plan”, puntualizó.
El remozamiento de estos 42 coches de pasajeros ahorró al país 4,3 millones de dólares y con ellos pueden ser transportados 3 mil 260 personas en cada viaje.
El ingenio de estos trabajadores es tal que han sido capaces de mantener funcionado máquinas de 1905, han ampliado sus instalaciones, producen piezas de repuesto y mejoran su tecnología y protocolo de reparación.
Víctor Carbó, jefe del Departamento Técnico Productivo, añadió que estos últimos remozamientos tuvieron la característica de haberse elaborado con un nuevo diseño en los sistemas hidráulico y eléctrico, con lo que se sustituyen importaciones por la introducción en estos de piezas confeccionadas en la entidad. También asumieron una forma más eficiente para el revestimiento del interior, de los asientos y la carpintería.
“Se realizó un realce técnico en la estructura del chasis y la carrocería, confeccionamos partes de las piezas rodantes como pares de ruedas, cajas de grasa, transmisión por palancas, así como mecanismos de colisión que da seguridad al movimiento”, ejemplificó.
Estas labores influyen decisivamente en la recuperación del ferrocarril cubano, de esta forma se aumenta la capacidad de transportación de pasajeros al estar destinados estos vagones al servicio en los trenes nacionales, los que de otra forma serían considerados chatarra por presentar daños importantes, tanto mecánicos como eléctricos, entre estos averías en los rodamientos, falta de iluminación hasta deterioro de la pintura y mal confort general. Si se fuese a adquirir uno de ellos en el mercado internacional costaría 350 mil dólares los de uso, y los de primera 650 mil.
De este taller los coches salen totalmente recuperados y adaptados con capacidad para alrededor de 80 pasajeros, labor que ha sido reconocida nacionalmente por el Sindicato del Transporte, incluso con la Bandera de Proeza Laboral del sector.
Actualmente se hacen ingentes esfuerzos para lograr la total recuperación del camino de hierro cubano, lo cual es considerado una de las tareas prioritarias para hacer avanzar nuestro modelo económico y social, y una idea del líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien inauguró el 29 de enero de 1975, en Placetas, en la antigua provincia de Las Villas, el primer tramo de la reconstrucción del ferrocarril central. Historia y condiciones naturales existen: fue Cuba el primer país de América Latina en poseer ferrocarril en el año 1837, es además una isla alargada, y este es el medio de transportación ideal, tanto para pasajeros como para mercancías.