Una tendencia a la reducción de los gastos (excepto en la partida del salario) mantiene el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) durante los últimos años, lo que no ha impedido lograr indicadores comparables con los de las naciones más desarrolladas del mundo, entre ellos la tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida al nacer.
La curva de los gastos había aumentado en más de 2 mil millones de pesos en la primera década del presente siglo, sin embargo medidas encaminadas a lograr la racionalidad y la eficiencia en el sector cambiaron drásticamente la lámina, al reducirlos en más de 200 millones durante los siguientes cuatro años.
Una variación en esta gráfica la provocó el aumento salarial aplicado en el sistema de salud a partir de mayo del 2014, lo que obligó al Estado a incrementar el presupuesto para cubrir las nuevas remuneraciones.
Exceptuando ese acápite, el resto de los gastos en que se incurren para la sostenibilidad del sistema mantienen la tendencia a disminuir en un 2 % anualmente. Al comparar la ejecución del presupuesto del año 2016 contra el del 2015, se observa una reducción de los egresos de 71 millones 684 mil pesos.
Del total de financiamiento que dispone el MINSAP, el 21 % se destina a medicamentos y alimentos; el 38 % al pago de salarios y aportes, y el 16 % al mantenimiento de equipos e inmuebles.
Para la reducción de los gastos en el sistema nacional de salud se han implementado un grupo de acciones, entre las que sobresalen los procesos de transformaciones para la reorganización, regionalización y compactación de servicios; el programa por la eficiencia y uso racional de los recursos; el análisis mensual de la ejecución del presupuesto, revisión de los inventarios y definición de las coberturas por cada recurso para conocer las necesidades reales según las normas de consumo.
También se analizan sistemáticamente los costos para identificar desviaciones de recursos, reducen las erogaciones por concepto de seguridad social a corto plazo (certificados médicos), revisan los activos fijos para la baja de los que no se emplean, reducen costos por conceptos de pérdidas y faltantes, y aplican precios tope para las labores de mantenimiento y reparación a trabajadores por cuenta propia y cooperativas.
Además se aplican medidas de ahorro de portadores energéticos en actividades administrativas, se amplía el uso del método clínico y reducen la utilización de medios diagnósticos, se revisa el consumo de medicamentos, reactivos y material gastable, y para el mejor aprovechamiento de los productos a la alimentación de pacientes, estudiantes y trabajadores.
El proyecto del presupuesto para el año 2017 cumple la directiva de disminuir en 1 % lo ejecutado en el 2016, por lo que se propuso un total de 7 mil 35 millones de pesos, que representan una disminución de más de 30 millones de pesos.
