El presidente de la Federación de Sindicatos de Belarús (FTB), Mikhail Sergeyevich Orda, visitó Cuba esta semana por primera vez. Durante su estancia dijo sentirse como en casa.
de la Federación de Sindicatos de Belarús. Fotos: Heriberto González Brito
Veterinario de profesión, y conocedor de la agricultura, Orda reconoce con orgullo el elevado desarrollo tecnológico e industrial alcanzado por su país en esta última actividad económica. “Somos básicamente agricultores y nos autoabastecemos —explicó—, solo importamos algunas frutas que no crecen en Europa Central donde las bajas temperaturas predominan la mayor parte del año”.
Agregó que también son autosuficientes en otras producciones y que la ganadería les garantiza más de 6 mil millones de dólares por concepto de exportación.
Estos resultados no habrían sido posibles sin el trabajador bielorruso, enfatizó.
“En Bielorrusia lo principal es el hombre. Todas las políticas del Estado y las instituciones están encaminadas a que el hombre viva mejor y tenga cada vez mayores posibilidades para su desarrollo y calidad de vida”.
Asimismo hay diferentes formas de propiedad y por tanto la estructura laboral es variada. No obstante, el presidente Aleksandr Lukashenko ha definido que todo lo que existe pertenece al pueblo.
En el diálogo Orda se refirió a la estructura sindical, sus metodologías y las ideas para mantener los derechos laborales y sociales conquistados.
Destacó el parecido, entre la Central de Trabajadores de Cuba y la FTB, de Bielorrusia; así como las coincidencias en desarrollar las relaciones bilaterales y fortalecer la presencia en espacios como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Se trata de diálogo
Mikhail explicó que la FTB tiene 18 sindicatos ramales con más de 4 millones 907 mil afiliados, los cuales constituyen el 97 % de la población económicamente activa.
Los trabajadores confían en esta organización porque les sirve para hacer valer sus reivindicaciones y propuestas. Efectúan reuniones regulares sobre cuestiones laborales amparadas por el convenio laboral, herramienta básica acordada de manera tripartita (sindicatos, con la FTB como representación, el Gobierno y los empleadores).
Los convenios laborales tienen una vigencia de tres años y en ellos se establecen las condiciones y los derechos de los empleados.
Agregó que además cuentan con un departamento de Inspección Jurídica Sindical integrado por juristas, quienes son los encargados de velar por los derechos de los trabajadores.
“En mi país no hacemos diferencia entre un empleado privado o estatal. Lo principal es que si existe un centro laboral, ahí debe existir un sindicato”, tal como reiteró el presidente Lukashenko en el VII Congreso de la Federación que tuvo lugar en Minsk, en el 2015.
Es una forma de no dejar solo al trabajador frente al empresario, sostuvo Orda y comentó que entre ellos existen un millón y medio de organizaciones sindicales primarias encargadas de garantizar el principio de que si hay mejores condiciones de trabajo, eso reporta ganancias a las empresas.
“Nuestro Presidente nos apoya en eso”, añadió el también diputado a la Cámara Alta de la Asamblea Nacional de su país.
Otro de los argumentos que explican la confianza en la Federación están en la importancia que le concede a la recalificación profesional, de ello depende la elevación de la productividad y, por tanto, los salarios.
Las relaciones con los administradores no son de enfrentamiento, dijo, es a partir del diálogo, cuando hay enfrentamiento el que pierde siempre es el trabajador, y el que gana es el empleador.
