El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, participa en el retiro de la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), junto a otros mandatarios y jefes de las delegaciones nacionales de la región, en Bávaro, República Dominicana.
El retiro, o reunión a puertas cerradas, evalúa los asuntos más importantes de la zona y discutirá la declaración política de Punta Cana, el plan de acción para el nuevo período y otras declaraciones especiales que deberán ratificarse este martes antes de concluir la cita.
Entre los asuntos abordados sobresalen la necesidad de poner fin al bloqueo impuesto por EE. UU. a Cuba y la devolución del territorio de Guantánamo a la isla, así como la seguridad alimentaria, la migración, el desarme nuclear, los derechos campesinos y el financiamiento para el desarrollo.
Al encuentro convocado por el mecanismo de concertación asisten, además de los dignatarios Raúl Castro y Danilo Medina, de Cuba y el país anfitrión respectivamente; los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela; el nicaragüense Daniel Ortega, Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; el ecuatoriano Rafael Correa, Evo Morales, de Bolivia; el haitiano Jocelerm Privert, Andrew Holness, de Jamaica y David A. Granger, de Guyana.
También acudieron a la cita dos primeros ministros y tres vicepresidentes, así como los 30 cancilleres que se reunieron ayer, los jefes de delegaciones y otros representantes de organismos.
Luego de una presentación del director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva, prevista para el mediodía, continuarán los debates en la sesión de la tarde.
En la ceremonia final de esta cumbre, República Dominicana traspasará la presidencia pro témpore de la organización a El Salvador, nación que considera este hecho “un gran honor y un reto”, según expuso su ministro de Relaciones Exteriores Hugo Martínez.
La víspera, más de 400 delegados de movimientos sociales y fuerzas políticas del área suscribieron la Declaración de Santo Domingo, donde se respaldan los instrumentos de diálogo, paz y justicia social, antes declarados en la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, adoptada en La Habana en el 2014.
