La dupla de Sergio Gónzalez y Nivaldo Díaz estarán en al menos cuatro paradas del circuito mundial playero.
Ernesto León
El voleibol fue la única disciplina colectiva clasificada por Cuba para los pasados Juegos Olímpicos con su selección masculina de sala, además de la dupla varonil Sergio González-Nivaldo Díaz en el voli de playa. Un quinto lugar de estos últimos, con una espectacular faena, los convirtió por derecho propio en el estandarte de la disciplina para el 2017, año de muchos remates pendientes.
Varios de los tópicos más apremiantes fueron abordados por su comisionado nacional, Ariel Saínz, en un intercambio con la prensa, digno de imitar en el apartado comunicativo del organismo deportivo. La transparencia y la verdad, por espinoso que resulten los temas, es la fórmula anhelada para evitar especulaciones.
La inclusión en al menos cuatro paradas del circuito mundial playero del binomio Sergio-Nivaldo (pudiera llegar a seis) y su segura presencia en la lid del orbe; así como la aspiración de ganar dos boletos más a certámenes universales por categoría, de los cuales solo está confirmada el sub-19 (m) sobresalen en las tareas del año.
La celebración en La Habana de un tope amistoso (4-14 de febrero) con el equipo nacional de Japón menores de 23 y la Copa Panamericana sub -18 (26 de marzo-3 de abril) centran también la atención de la Federación Nacional en el primer trimestre.
Pero más informaciones también fueron comentadas. La causa contra el grupo de voleibolistas cubanos sancionados por las autoridades finlandesas sigue su curso y se espera la fecha para la vista de apelación presentada a finales del 2016.
El proceso de contratación de nuestras figuras recibió un duro golpe a partir de ese incidente; y de una proyección de casi 20 jugadores solo seis están insertados hoy. En Perú, Daimara Lescay y Regla Glaciar; en Grecia Osniel Melgarejo; en Italia Javier Jiménez; y en República Checa, Zulia de la Caridad Matienzo y Heidy Rodríguez.
Sobre el caso de Melisa Vargas, operada en julio de una lesión típica en jugadores jóvenes y que lleva un período de rehabilitación bien estricto y de varios meses, se conoció que la solicitud de baja de la selección nacional ocurrió por decisión familiar, lo cual implicó una sanción disciplinaria, dado que la atleta tuvo, entre otros, varios incumplimientos en la docencia. “No obstante, estamos abiertos a un posible retorno de ella si así lo decide en el futuro”, explicó Saínz.