Con la notoriedad de haber sido la primera ciudad de Cuba autoflagelada por las llamas antes de volver a manos de los colonizadores en Bayamo se evocó este 12 de enero, el 148 aniversario del épico suceso con la gala cultural Naciendo de las Cenizas a la que asistieron personas de todas las edades.
La primera plaza cubana bautizada de la Revolución, por el patricio Carlos Manuel de Céspedes, sirvió de escenario para la velada donde se rememoraron instantes reveladores del incendio. El propio lugar fue testigo del ímpetu de los bayameses que los llevaría a llenar otra página gloriosa de nuestra historia, pues ya el 20 de octubre de 1868 se había escuchado aquí, por vez primera, el promisorio canto devenido Himno Nacional.
El espectáculo, que cada año convoca de manera espontánea, estuvo bajo la dirección del experimentado Fernando Muñoz Carrazana y contó con las presentaciones del grupo Teatro Andante y el Coro Profesional de Bayamo, entre otros artistas reconocidos y noveles del territorio.
La representación de la quema y abandono de la ciudad por los patriotas es uno de los momentos más esperados y en la noche ganó nuevamente la aceptación del público por estar cargada de simbolismo y recordarle que el suceso situó a Bayamo como crisol de la nacionalidad cubana.
María de los Ángeles Hernández y Ramón Sánchez, espectadores y bayameses de nacimiento, coincidieron en que este es uno de los momentos también tristes debido a que la villa permaneció, luego de aquel día, en ruinas por décadas, pues todo su fulgor cultural y arquitectónico, adelantado para la época, se desvaneció con las llamas.
Ambos atestiguan, de la misma forma, que desde entonces una aureola de luz ha acompañado este lugar, la cual hizo conquistarle otro sobrenombre: la ciudad Antorcha de Cuba.
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