Con victoria de 9-3 ante su público, los “tigres” de Ciego de Ávila pusieron punto final a la semifinal contra los “azucareros” de Villa Clara y aseguraron su presencia por tercera ocasión consecutiva en una final beisbolera, en tanto aspiran a obtener su cuarta corona en los últimos seis años.
La tropa de Roger Machado abrió temprano su ataque ante un sorpresivo abridor naranja, Yosvani Torres, con jonrón de Dainier Gálvez en el mismo primer capítulo, en tanto un episodio más tarde lo sacó del box con dos anotaciones más. Un racimo de cuatro carreras en el cuarto y un pitcheo excelente de Vladimir Baños durante seis capítulos bastaron para el festejo final en el estadio José Ramón Cepero.
Otra vez la ofensiva de los actuales monarcas resultó determinante para colarse en la discusión del título, con Edilse Silva como mejor hombre en la alineación (4-3 y par de remolques), mientras Raidel Martínez se anotó su cuarto salvamento de la campaña con tres entradas de actuación y una carrera limpia permitida.
Desde la 50 Serie Nacional, Ciego de Ávila ha intervenido en cuatro finales y solo ha perdido una, en la llamada Serie del Oro, cuando cayó ante Pinar del Río. Luego se impuso en la 51 frente a Industriales, en la 54 a Isla de la Juventud y en la 55 a Pinar del Río. Bajo la dirección de Machado también consiguieron bronce en la edición 48.
“Estamos felices y tranquilos. Ahora esperaremos el rival de la final, sea Matanzas o Granma. Nuestro respeto hacia Villa Clara, por ser un rival que peleó hasta el último out y fue capaz de revertir dos derrotas. Nuestro equipo está acostumbrado a jugar play off y vamos por nuestra cuarta corona”, dijo el mentor avileño a la televisión cubana al término del encuentro.
Tal y como se había vaticinado desde antes del comienzo de la serie, Ciego de Ávila ratifica ser uno de los equipos más integrales hoy del béisbol cubano, al tiempo que los refuerzos tomados en la segunda etapa lo blindaron en función de una hazaña que pretende igualar a la de Industriales, Las Villas y Santiago de Cuba, únicos conjuntos que han podido imponerse tres veces en línea, aunque los azules llegaron a cuatro (1963-1966).