Si una empresa estatal socialista es ejemplo de firmeza, eficiencia y eficacia esa es la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de la provincia de Cienfuegos.
Por eso a su colectivo le han otorgado la condición de Vanguardia Nacional en 36 ocasiones, y la dirección del Partido en ese territorio decidió realizar allí —y por vez primera en un centro laboral— el acto por el aniversario 63 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Un resumen facilitado por el ingeniero José González Rodríguez, director general de esa entidad, refiere que en el pasado año el colectivo recibió también reconocimientos especiales por la participación destacada en las actividades de educación física, deportivas y recreativas, para el mejoramiento de la calidad de vida y el aumento de la productividad, y por su contribución a la salud como centro promotor de donaciones voluntarias de sangre.
En las auditorías e inspecciones realizadas no tuvieron señalamiento alguno y el sistema de control interno está evaluado de Bien.
Desde el punto de vista productivo, en el 2016 ejecutaron el plan de generación eléctrica a un 151,48 %, con una elevada eficiencia, y lograron un ahorro en el consumo específico bruto de 0,79 galones por kWh, equivalentes a 7 mil 660 toneladas de combustible. Al precio promedio actual en el mercado internacional significa que se dejaron de erogar por ese concepto 2 millones 221 mil 400 dólares.
Esa empresa acumula más de 2 mil 818 días consecutivos sin accidentes laborales, lo que evidencia que la seguridad del trabajo es uno de los objetivos principales de la gestión.
Disciplina, sobre todo
Denis Escalona Tillet, miembro del Consejo Nacional de la CTC y secretario general del buró sindical, destacó dos razones fundamentales que la hacen sobresalir: “Contar con un colectivo de trabajadores y jubilados que tiene un alto sentido de pertenencia, y con innovadores y racionalizadores que cada día empeñan sus esfuerzos, sacrificios e inteligencia en aras de dar soluciones técnicas a los problemas que surgen”.
Resaltó que el 2016 fue “decisivo en la preparación de la actividades para el comienzo del mantenimiento capital de una de las unidades generadoras, a realizarse en este año”.
Por su parte, Rafael Stuart Sacerio, quien laboró en esa planta durante 40 años y mereció por su destacada labor el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, ponderó la disciplina que han mantenido siempre todos los trabajadores. “Y también la abnegación, porque luchan por alcanzar cada año la condición de Vanguardia Nacional y eso los mantiene muy motivados”, precisó.
Entre sus más gratos recuerdos están las ocasiones en que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz visitó la planta. Una de ellas fue el 5 de diciembre de 1978, con motivo de la inauguración de la unidad generadora número 3, de factura japonesa.
En su discurso, el líder histórico de la Revolución reconoció la importancia de la obra ejecutada y exhortó a impulsar la construcción y el montaje de una similar.
“Creo que para todo el país es importante la noticia de la inauguración de esta unidad termoeléctrica. Es una unidad realmente muy moderna y muy económica (…). Baste decir que esa sola unidad es equivalente a la mitad de lo que había en Cuba antes del triunfo de la Revolución (…). Sin esta industria, tan básica, no se mueve nada: ni la fábrica de cemento, ni el molino de trigo, ni la fábrica de riego por aspersión, ni el hospital, ni las escuelas, ni las vaquerías. Nada se mueve si no tenemos electricidad”.
El legado del Comandante en Jefe estará presente el próximo sábado en el acto nacional por el Día del Trabajador Eléctrico que tendrá como sede, precisamente, la Empresa Termoeléctrica de Cienfuegos.
Honor merecido y otorgado.
Día del Trabajador Eléctrico
El 14 de enero de 1934 Antonio Guiteras Holmes impulsó la intervención a la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad (al triunfo de la Revolución se escogió la fecha para celebrar el Día del Trabajador Eléctrico). Guiteras formó parte del Directorio Estudiantil Universitario. Organizó y dirigió la insurrección armada de agosto de 1931, por la que lo condenaron a prisión, y la del 29 de abril de 1933. En 1934 integró el Gobierno de los Cien Días. Adoptó en ese tiempo medidas enérgicas y radicales de carácter popular y antimperialista, como el reparto de tierras a campesinos. A partir del golpe de Fulgencio Batista en enero de 1934 fue perseguido. En marzo de 1935 fundó la organización revolucionaria Joven Cuba. Por una delación fue asesinado en el fuerte El Morrillo, en Matanzas, junto al venezolano Carlos Aponte, el 8 de mayo de ese propio año.