Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido, entregó la bandera que acredita como Proeza Laboral las tareas acometidas por una brigada de torreros de la División de Radio Cuba en Las Tunas, que participó en labores de recuperación de los daños causados por el huracán Mathew al sistema de trasmisión de radio y televisión en los municipios de Maisí y Baracoa, en la provincia de Guantánamo.
El también secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba calificó el desempeño como ejemplo del tributo que deben rendir los afiliados a la organización obrera en el país a Fidel, líder histórico de la Revolución Cubana y máximo inspirador de los principios de solidaridad y altruismo que representan acciones de este tipo.
“El mayor homenaje a Fidel es el cumplimiento diario del deber y eso hicieron los siete integrantes de esta brigada”, enfatizó el máximo dirigente sindical cubano, y convocó a continuar defendiendo el legado del eterno Comandante en Jefe desde las trincheras del trabajo creador.
En la ceremonia, efectuada en la Casa Natal del Mayor General Mambí Vicente García, la secretaria general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Comunicación, la Informática y la Electrónica, Milagro Vallés Silot, reseñó los argumentos que validan el alto reconocimiento.
Destacó la rapidez con que fueron rehabilitados los servicios a pesar de las complejidades de las afectaciones técnicas y las propias que se suscitan ante el paso de un huracán, que hacen difícil el acceso de los viales motivados por la caída de postes eléctricos y árboles y los deslizamientos de tierras en las zonas montañosas.
Los tuneros vencieron esos obstáculos después de tensas jornadas de entre 10 y 12 horas, utilizaron solo 25 días de los cerca de 75 programados para restablecer los servicios de radio y televisión, que son imprescindibles en tiempo de contingencia.
Las labores incluyeron la recuperación de la torre de radio de ondas medias de Santa Rita (Maisí); la fundición de los anclajes y la base de la torre y los cables para los vientos en el centro de radio y televisión de Mayajara; el de una torre de 30 metros de altura, así como el montaje de las antenas y la línea de trasmisión y de la parábola para la recepción satelital.
También trabajaron en el montaje de otra torre de radio de ondas medias de 63 metros de altura y en la culminación de los trabajos de interconexión entre la torre y la red de sintonía para la puesta en marcha exitosa del sistema.
“Enfrentamos muchos riesgos. Allá el clima es diferente y casi todos los días llueve, lo que hace más difícil y peligroso el trabajo, pero estamos contentos porque fuimos a cumplir con una tarea, con un deber de todo cubano que nos inculcó Fidel, el de ser solidario”, dice Yoanys Peña Peña, jefe de brigada y trabajador más destacado del grupo, para resumir las largas y agotadoras faenas de aquellos días imborrables.
