Icono del sitio Trabajadores

Con la historia, Martí y Fidel

La historia navega hoy, digna y orgullosa, por la Plaza. El yate insignia de la Revolución surca el emblemático escenario de tantas victorias, guiado por los abanderados del futuro, cuyas pañoletas remedan las encrespadas aguas atravesadas por la embarcación, que condujo a la patria 82 promesas de libertad.

Los rodea un río enardecido de patriotismo, que marcha dispuesto por el camino que les señalaron aquellos que vistieron por primera vez el uniforme verde olivo en Santiago de Cuba el 30 de noviembre, y los que el 2 de diciembre dieron vida en Las Coloradas, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, aguerrido relevo del Ejército Libertador de la independencia y del Ejército Rebelde que coronó la victoria definitiva un amanecer de enero hace 58 años.

Es el desfile de la mejor tropa, como denominó al pueblo el invicto Comandante en Jefe. La marcha avanza resuelta, compacta, indivisible como la nación toda a la que representa. De cada pecho brota, como un grito de combate, una sola frase: ¡Somos Fidel! Y él está allí, como siempre, junto a Martí.

 

Compartir...
Salir de la versión móvil