Por Dr. José Luis Perelló Cabrera*
Alentados por las favorables condiciones tras el anuncio en diciembre del 2014 del restablecimiento de las relaciones Cuba-Estados Unidos, millones de personas ponen su interés de modo creciente en nuestro archipiélago. En el actual año, unos 3 millones 938 mil viajeros foráneos habrán visitado el país, lo que representa un 12 % de crecimiento en relación con el 2015.
Sin dudas, el auge es grande. Desde la difusión en enero del 2015 de nuevas políticas para los viajes procedentes del Norte, y hasta noviembre del 2016, arribaron 7 millones 38 mil 704 visitantes internacionales, de los cuales 390 mil 793 son estadounidenses.
El hecho de que solo el 5,4 % de ese total represente a la nación norteña resulta demostrativo de que dicho crecimiento no está dado por emisiones desde ese territorio, sino por el efecto de empuje que originó en el mundo la reanudación de las relaciones precisamente entre Cuba y la patria de Lincoln.
Sin embargo, no se previó que un escenario así de llegadas pudiera darse, y menos en tan corto plazo, situación que se tornó difícil en tanto se requieren determinadas garantías de alojamiento, transporte, infraestructuras y bienes de consumo para responder a la demanda.
Convertido en la segunda fuente generadora de divisas del Estado cubano —los aportes superan los 2 mil millones—, al turismo no le queda otra opción que continuar desarrollándose como sector estratégico económico hacia el 2030.
Así lo corroboran la existencia de 27 empresas mixtas —13 de ellas ejecutando inversiones y operando en 15 hoteles—, de 78 contratos de administración con 17 cadenas hoteleras internacionales, que suman 39 mil 422 habitaciones, el 60,5 % de las existentes.
La activa gestión que con su cartera de oportunidades para la inversión extranjera despliega el Ministerio de Turismo, vislumbra un panorama futuro amplio, aunque aún dependiente del levantamiento de muchas restricciones que entorpecen su desempeño.
Las políticas estadounidenses hacia Cuba están en condiciones de prestar mucha más atención a la evolución de las reformas económicas y sus vías de inserción en la economía global.
En ese sentido, el Departamento del Tesoro, la Secretaría de Comercio de EE.UU. y sus agencias, deberían entender también los cambios progresivos de la economía cubana como beneficio de interés nacional, y su nuevo ejecutivo impulsar la revisión de los mandatos del Congreso, que faciliten una real normalización de las relaciones entre los dos países.
Suceda lo que suceda, la actividad turística nuestra transita ya hacia un modelo intensivo e inclusivo, que enfatiza en una correspondencia entre la diversificación de la oferta y la demanda, en una relación coherente con la identidad cultural nacional de los productos, tanto en su conjunto como en sus numerosos componentes de lo público y lo privado, incluyendo a la inversión extranjera.
Todo ello equivaldría a una nueva concepción de la llamada industria del ocio en términos de destino integral y no solo de un conjunto de productos aislados, poco o nada diferenciados.
En el proceso de actualización del modelo económico y social, tarea en curso, Cuba seguirá demostrando su habilidad estratégica y flexibilidad táctica, mientras convierte las crisis en oportunidades.
El turismo ha demostrado ser el sector que más puede favorecer un clima de normalización.
A la espera de que la nueva administración estadounidense elimine las restricciones que le impiden su desarrollo exitoso, el turismo seguirá con su impetuoso programa inversionista, confiando en la poderosa fuerza del reclamo de la comunidad internacional y del irresistible flujo de la historia, para recuperar el espacio perdido.
*Profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana.
El nuestro pais las jentes ecargadas de turismo tienen que pensar en una cosa que SI los precios fuesen mas bajos el flujo turistico aumentaria considerablemente , ya que Cuba esta bastante lejo de los paises con poblaciones que tienen buenos ingresos economicos y con esse dinero que van a gastar en pasajes a Cuba lo utilizan para viajar a paises cerca de Cuba que son bonitos Como el nuestro y los precios son casi dos o mas veses mas bajos que los nuestros, asi que es la hora de cambiar esa mentalidad y recuerden que exiten muchos paises lindos como el nuestro y con bajos precios.
Una gran parte del turismo en Cuba somos nosotros los Cubanos que vivimos en el extranjero, pero nosotros en SU mayoria somos personas que trabajamos todo el ano en ocaciones en dos y mas trabajos para poser viajar a Cuba cuando la econimia no los permita.