Mucho se ha escrito y hablado sobre la carne de cerdo, y es que desde hace años se ha recomendado un consumo moderado y casi nulo de esta por considerarla abundante en grasas y colesterol. Estudios recientes sostienen que en absoluto la carne de cerdo es mala para nuestra salud.
Según estos criterios, varios son sus beneficios. Es una carne rica en proteínas, su grasa es beneficiosa y contiene nutrientes que le aportarán un buen funcionamiento a nuestro organismo.
La carne de cerdo posee altas dosis de proteínas requeridas en la época de crecimiento. Está compuesta por una buena combinación de aminoácidos esenciales fáciles de asimilar por nuestro organismo. Normalmente de cada 100 gramos de carne unos 18 o 20 son proteínas. Esto la convierte en un alimento perfecto para deportistas que buscan un aumento de su masa muscular.
Además, es un tipo de carne rica en vitaminas y minerales. Destacan las vitaminas del tipo B como la tiamina y riboflavina o vitamina B12, importantes en el metabolismo de las grasas y proteínas, así como en la liberación de energía a través de los alimentos. Su contenido en zinc, fósforo, sodio, potasio y magnesio es alto, aunque destaca por su aporte de hierro, que se digiere rápido y fácil por el ser humano.
En contra de lo que siempre se ha creído, la carne de cerdo es baja en grasas saturadas, concretamente por cada 100 g de producto solamente 2,4 g son de esa sustancia. Una cantidad que representa menos del 10 % de lo que podemos ingerir por día. De esta manera los niveles de colesterol no se aumentan y, por lo tanto, nuestro sistema circulatorio no se ve resentido.
La carne de cerdo nos aporta grasas monoinsaturadas de tipo ácido oleico similar al del aceite de oliva, concretamente alrededor del 48 % de su grasa es de este tipo. Tal grasa ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y aumenta el colesterol bueno. En general la carne de cerdo tiene menos colesterol que otras, y su aporte calórico no es tan alto como se pensaba.
Desde luego que en la dieta caben todo tipo de alimentos siempre y cuando no abusemos de ellos, y es que todos pueden ser el perfecto aliado siempre y cuando los sepamos utilizar. | Con información de www.alternativos.cl