Por esas cosas que en ocasiones no se entienden, el santiaguero Josué Aguilar Ramírez se ha quedado con la brocha en la mano y sin escalera debajo, o mejor sería decir, con suscripción a la prensa, pero sin recibir los periódicos.
Según explica en su misiva este residente en carretera de El Cobre, kilómetro 6, Santiago de Cuba, desde julio no recibe el servicio de entrega de la prensa a domicilio, a cargo de la unidad Yarayó.
En agosto habló con la administradora de ese centro, quien le dijo que cumplirían conenviarle la prensa, pero no ocurrió así. El incumplimiento se extendió hasta octubre.
Ante esa situación volvió a conversar con la directiva, aunque el diálogo quedó trunco, pues cuenta Josué que al plantearle que “me iba a quejar no le dio ninguna importancia”. Por respuesta solo encontró una aseveración rotunda: “Quéjese”.
El lector considera una falta de respeto haber acudido tres veces a la citada unidad “y que no les importe mi queja”. Por el momento, espera, más temprano que tarde, recibir lo que le corresponde.
