La temporada beisbolera ha perdido encantos en cuanto a la lucha por la clasificación para los play off, pues con tres subseries por celebrarse hay dos equipos ya asegurados (Matanzas y Ciego de Ávila), en tanto es solo cuestión de horas y matemática las confirmaciones de Granma y Villa Clara.
De ahí que hoy decidimos hurgar en dos aspectos que pueden definir victorias: emergentes y relevistas, sobre todo a partir de lo sucedido en esta segunda fase y lo que podemos esperar para las semifinales de enero próximo.
Salir del banco en situaciones desfavorables para embasarse o empujar una carrera son más de un 90 por ciento de las funciones de los emergentes, mientras los lanzadores encargados de preservar una victoria o retirar los últimos bateadores resultan tanto o más importante que un abridor eficiente en seis o siete entradas.
¿Están en crisis los nombres para estas áreas? El avileño Eliecer Griñán es el ideal para el mentor Roger Machado, pues lleva de 3-2 con cuatro empujadas, un doble y un jonrón en momento cumbres. En Granma, la mejor carta a la hora buena es Héctor Arias, quien batea de 5-3 con tres remolques, un pelotazo y par de boletos.
Otro que parece sin nervios cuando lo mandan a empuñar en situaciones límites es el matancero Willian Luis, quien compila de 11-5 con tres empujadas. Muy similar lo hace el villaclareño Yandrys Canto, de 10-5 y tres fletadas hacia el home cuando sale casi frío del banco.
Solo dos hombres han podido sacar la esférica del parque en función de emergente durante esta segunda fase: el mencionado Griñán y el holguinero Michel Gorguet, lo cual es la máxima aspiración en esta función. No es posible olvidar tampoco al industrialista devenido matancero, Juan Carlos Torriente, que tiene de 4-3, con dos impulsadas y un pasaporte gratis a la hora de sustituir a otro bateador.
Más allá de condiciones ideales para esa función —paciencia, tacto y fuerza— no todos los jugadores son capaces de rendir como se necesita en ese minuto, incluso hay quienes jamás podrán hacerlo porque son peloteros de juego diario, no de ocasión. La efectividad final pasa por el aporte a su colectivo, pero hoy no son muchos los nombres para exaltar, y los mentores deben conocerlo bien.
En cuanto a los relevistas, intermedios o cerradores, mucho se ha teorizado, pero dentro de los seis equipos que rivalizan hoy pocas caras muestra números apreciables para decir: “a este le apuesto hasta el final”.
Ciego de Ávila tiene la bendición de contar con dos cartas de lujo: Liomil González y José Ángel García, ponchadores, de notable control y con el aporte al colectivo de tres sonrisas, par de derrotas y cuatro juegos salvados. Para Granma, el refuerzo de Miguel Lahera le ha encajado a las mil maravillas, pues les ha salvado siete partidos, líder en este período complementario.
Yunier Suárez y Liván Moinello son los únicos ejemplos positivos en Holguín, aunque para ser justo, sus números podían ser mejores. El primero ha relevado 12 veces, pero sin decisión ganadora, en tanto el zurdo pinareño tiene balance negativo de 3-5, con castigos muy fuertes, a pesar de su alta efectividad de ponches (25).
Adrián Sosa ha sido el paño de lágrimas de Víctor Mesa para los relevos largos, mientras Alexander Rodríguez es el clásico taponero junto a Yoandry Ruiz. Cinco de las 16 derrotas yumurinas en esta segunda etapa están bajo la firma de este trío, cuya contribución feliz ha sido cuatro triunfos y cinco salvamentos.
En Villa Clara, Yasmany Hernández y Ronny Valdés siempre están a la mano para cerrar o apagar los fuegos desde el box. Y han cumplido muy bien ese rol con balance global de cuatro ganados y otros cinco rescates maravillosos.
Cualquier lector puede concluir, con razón, que en medio de una ofensiva desbordada los emergentes confiables escasean. Por su parte, al menos diez relevistas enseñan cualidades para tomarlos en cuenta, aunque mucho resta por trabajar en su formación.
Resultados del domingo: MTZ-HOL 7-3 y 3-5; CMG-GRA 7-3; VCL-CAV 3-1