El ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla viajó este domingo a Bruselas para firmar el Acuerdo de diálogo político y cooperación entre Cuba y la Unión Europea (UE) que inicia la normalización de las relaciones del bloque regional con la isla.
El nuevo pacto sepulta, finalmente, la “posición común” adoptada por los miembros de la UE en 1996, y es el resultado de un largo proceso de negociaciones que se inició en el 2014, donde participó directamente Federica Mogherini, Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común del bloque regional.
El documento, que fue aprobado por el Consejo de Ministros de la organización, debe ser ratificado por los parlamentos de los 28 países que integran la comunidad antes de ser implementado.
En el texto se establece un marco contractual para construir relaciones sobre la base del respeto, la reciprocidad y la igualdad, lo cual refrendan los principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional, y demuestra el interés de trabajar en conjunto no obstante las diferencias.
Los jefes de las delegaciones negociadoras del acuerdo, que presta atención a temas como la gobernación, los derechos humanos y la cooperación en diferentes esferas, fueron Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, y Christian Leffler, secretario general adjunto del Servicio de Acción Exterior (EEAS, por sus siglas en inglés).
La posición común, impulsada por el gobierno del español José María Aznar, condicionó los vínculos de la UE a un cambio político en la nación caribeña, por lo que fue considerada, y denunciada, como violatoria de la soberanía y del derecho internacional.
A pesar de esta política nociva a Cuba, la isla ha fortalecido sus vínculos bilaterales con los países europeos, ha mantenido diálogos políticos con 24 de ellos, y con 22 ha concretado proyectos de cooperación. Estas naciones constituyen actualmente el segundo socio comercial de la isla.