Palabras del GD José Carrillo Gómez, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana
Compatriotas:
La noticia de que había fallecido el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, causó un profundo dolor en todo nuestro pueblo, y en particular en los combatientes de la Revolución Cubana.
Fue la reacción ante la pérdida física del hombre que más hizo por la Patria; que con voluntad inquebrantable encarnó el heroísmo de su pueblo; que le otorgó las cotas más altas de dignidad, porque nunca claudicó; que nos dio siempre demostraciones ejemplares de coraje; que supo interpretar las ideas de Bolívar y de Martí, materializarlas y convertirlas en Revolución; que supo movilizarnos a todos, porque era la voz del pueblo.
La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana siente la pérdida de su Comandante en Jefe, invicto en todas las batallas del pueblo cubano en los más diversos escenarios, desde que se iniciara la última etapa de lucha de nuestra epopeya por la liberación definitiva.
Descanse en paz, Comandante. Nunca renunciaremos a su legado, sus enseñanzas están presentes en cada cubano cuando gritamos: “¡Yo soy Fidel!” (Exclamaciones de: “¡Yo soy Fidel! ¡Yo soy Fidel! ¡Yo soy Fidel!” (seguirán estando presentes).
La Revolución que usted soñó, inició y realizó, y a la que dedicó sin descanso toda su vida, la llevaremos adelante con absoluta lealtad, unidos en marcha indetenible como Martí, Maceo y Gómez, hasta conquistar toda la justicia y convertir el sueño de mármol de nuestro Apóstol, el suyo y el de todos los cubanos dignos, en una hermosa realidad.
La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana seguirá consolidando la unidad generacional de los combatientes del Ejército Rebelde, de la Lucha Clandestina, Playa Girón, la Lucha Contra Bandidos, los combatientes internacionalistas, los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, como nos enseñó nuestro Héroe Nacional José Martí: con los pinos nuevos y los pinos viejos, formando un formidable haz.
Los combatientes continuaremos la obra con sacrificio, coraje y convicción revolucionaria. Tenemos el reto de ser dignos de todos aquellos que cayeron por la Patria, desde los heroicos mártires del Moncada hasta los de las gloriosas misiones internacionalistas.
Todos, en un bloque monolítico, veteranos y jóvenes, reafirmamos que la mejor forma de rendirle tributo a Fidel es mantener la unidad bajo cualquier circunstancia, y ratificamos nuestra convicción de hacer realidad en el trabajo diario el concepto de Revolución enunciado por él.
La Asociación de Combatientes es y será siempre como usted quiso, Comandante: un destacamento de primera línea para la batalla por salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo que entre todos decidimos defender con la vida.
En la historia de Cuba, usted, discípulo brillante de José Martí, quedará inscrito como hijo sagrado de la Patria.
Querido Comandante en Jefe, para los combatientes de todas las generaciones presentes y para los del futuro, su ejemplo se mantendrá como bandera de lucha y de victorias, convencidos de que el pueblo cubano, como usted nos expresó en el VII Congreso del Partido: ¡vencerá!
¡Hasta siempre, Comandante! (Exclamaciones de: “¡Hasta siempre!”
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! (Exclamaciones y aplausos.)