“¡Que siempre nos espere lo que aquí conocimos aquel glorioso Primero de Enero: la victoria!”, dijo el Comandante en Jefe el día en que distinguió a la ciudad santiaguera como Héroe de la República de Cuba, y victorioso vuelve a entrar a esta tierra, como en aquellos días en que bajó de la Sierra Maestra para proclamar al mundo que la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes había triunfado.
Santiago de Cuba lo espera, como la madre al hijo amado que vuelve a ella para descansar seguro en su regazo, resguardado por el amor de millones.
Hoy Santiago de Cuba, de muy diversas maneras, ya hace suyo al Comandante. Un gesto, una prenda de vestir, el portal de un hogar, un muro, el parabrisas de un auto se convierten en reverencia a Fidel, en espacio de recordación.
Y este sábado el pueblo estará en carreteras, avenidas y calles de los municipios de Contramaestre, Palma Soriano y Santiago de Cuba para darle un hasta siempre a su Comandante.
Ya en la ciudad santiaguera el armón que conduce sus cenizas recorrerá 17 kilómetros por varios sitios, barrios sencillos, donde el obrero y el intelectual conviven: San Pedrito, la Alameda, Trocha, Carretera del Morro, Versalles, Chicharrones…
Tres paradas, breves, pero obligadas, hará el cortejo fúnebre: una en el parque Céspedes, justo frente a la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, desde cuyo balcón, el 1 de enero de 1959, anunció en triunfo de la Revolución; otra en la Plaza de Marte, a la entrada de la emblemática calle Enramadas, donde bulle con más intensidad la vida pública de la ciudad; y la otra en la posta 3 del antiguo cuartel Moncada, hoy ciudad escolar 26 de Julio, fortaleza atacada por Fidel y la Generación del Centenario en 1953.
Finalmente en la plaza de la Revolución Antonio Maceo, inaugurada por él, desde cuya escalinata pronunciara vibrantes discursos, incluso bajo un aguacero inclemente, sus cenizas se custodiarán por unas horas, mientras acontece el anunciado acto de masas y a seguidas la vigilia de miles de santiagueros, guantanameros, granmenses, tuneros, holguineros, y camagüeyanos.
Al amanecer del domingo 4 de diciembre, desde la plaza de la Revolución, transitando por la avenida Patria con el acompañamiento del pueblo santiaguero, las cenizas de Fidel Castro Ruz, el líder amado de Cuba, el estadista respetado por el mundo, llegarán a su reposo eterno en el cementerio de Santa Ifigenia convertido por siempre en luz y savia.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.