Con un cálido hasta siempre fue despedido el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en su patria chica, la provincia de Holguín, donde se encuentra la comunidad rural de Birán y nació el 13 de agosto de 1926.
Los holguineros aguardaron pacientemente desde las primeras horas de la mañana hasta bien entrada la tarde por el paso de la caravana que portaba la urna de cedro con sus cenizas para rendirle el postrer homenaje de recordación al hijo mayor.
Decenas de miles de personas, que portaban banderas cubanas y carteles, se agolparon a lo largo de más de 80 kilómetros de recorrido por la carretera Central, desde la zona de Cañada Honda, en el límite con la provincia de Las Tunas, hasta la de Yaguabo, fronteriza con Granma.
El tributo central, que presidieron las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio, se produjo a la altura del antiguo regimiento militar, convertido por la Revolución en centro escolar Oscar Lucero, y donde se detuvo la Caravana de la Libertad el 3 de enero de 1959 y Fidel le habló por primera vez a una representación del pueblo de Holguín.
De forma solemne y respetuosa la multitud blandía los estandartes y coreaba Yo soy Fidel, en franca demostración de ser fieles continuadores de una obra grandiosa, que en el caso de Holguín incluyó, entre otras, el hospital Lenin, las fabricas de combinadas cañeras y de implementos agrícolas, la escuela vocacional y de trabajadores sociales, el hotel Pesquero, todas inauguradas por el invicto Comandante de tantas batallas.
