La épica hazaña del amanecer del 30 de noviembre de 1956, cuando la ciudad santiaguera se alzó en armas para apoyar el desembarco del yate Granma, fue conmemorada en el escenario principal de los hechos, la sede de la antigua policía nacional, hoy Museo de la Lucha Clandestina, en la Loma del Intendente.
A 60 años de la gesta fueron evocados con hondo sentimiento Fidel Castro Ruz, quien concibió el plan general, y Frank País García, líder de la acción armada.
En voz de un participante en el episodio libertario de hace 60 años atrás, y de una joven estudiante, se escuchan palabras marcadas por el dolor ante la partida física del Comandante en Jefe, en las cuales no faltaron el compromiso de seguir sus ideas y hacer cumplir el concepto de Revolución, refrendado con su firma por millones de cubanos en solemne juramento.
Del mismo modo se evocó el legado de Otto Parellada, Tony Alomá y Pepito Tey, caídos durante el combate, a cuya memoria fueron colocadas ofrendas florales a nombre del compañero Raúl Castro Ruz, el pueblo de Cuba, sus familiares y el Consejo de Estado y de Ministros.
Ofrendas florales en honor a los caídos en la acción: Otto Parellada, Pepito Tey y Tony Alomá
Un multitud de santiagueras y santiagueros, ataviados con prendas rojinegras y portando un brazalete con los mismos colores, asistieron a la conmemoración, encabezados por Lázaro Fernando Expósito Canto y Beatriz Jhomson Urrutia, máximas autoridades de la provincia, además de una representación de combatientes del 30 de Noviembre.
En homenaje a la participación en esos hechos y al consecuente acompañamiento a la Revolución, mujeres y hombres involucrados en la lucha clandestina y el propio alzamiento de la ciudad recibieron el reconocimiento Con el esfuerzo de todos, instituido en la provincia de Santiago de Cuba.
Del mismo modo fue presentado el libro El cañón: una historia entre montañas, del combatiente Francis Velázquez Fuentes, texto que narra detalles vinculados con el proceso de preparación del alzamiento armado de la ciudad santiaguera, ocasión en la que por primera vez en Cuba se vistió el uniforme verde olivo y se portó el brazalete rojinegro con las siglas del M-26-7, del Movimiento 26 de Julio.
En este día se recuerdan también los 40 años de la creación del Museo de la Lucha Clandestina, ubicado en lo que otrora fue la sede de la policía nacional, en la Loma del Intendente, institución de la cual forma parte la casa donde viviera Fidel Castro Ruz, en la zona de El Tivolí, en Santiago de Cuba, cuando siendo un niño de 6 años llegó a esta ciudad, en 1933.
La casa donde vivió el niño Fidel Castro Ruz junto a su maestra en la ciudad de Santiago de Cuba, ubicada en la zona de El Tivolí, forma parte del Museo de la Lucha Clandestina, institución que este 30 de noviembre cumple 40 años de fundada.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.