Las filas parecen interminables. Miles de cienfuegueros, en todos los sitios de esa provincia, prosiguen hoy el tributo póstumo al Comandante en Jefe Fidel Castro y la firma que patentiza la reafirmación del concepto de Revolución, devenido juramento sagrado para los cubanos dignos.
Desde horas tempranas de la mañana los múltiples puntos habilitados en los ocho municipios de ese territorio del centro—sur del país abrieron sus puertas para que trabajadores de los diferentes sectores, estudiantes, campesinos, combatientes… multiplicaran el homenaje al líder.
En la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular, en el corazón mismo de la ciudad de Cienfuegos, se dieron cita de manera masiva afiliados a varios sindicatos, entre ellos al de la Construcción, sector marcado por las huellas de Fidel en múltiples obras, como la fábrica de cemento Carlos Marx, la terminal de exportación de azúcar a Granel Tricontinental, el molino de trigo, la planta procesadora de cereales, el estadio 5 de Septiembre, el hospital universitario Doctor Gustavo Aldereguía Lima.
Hasta en las zonas más apartadas de la geografía cienfueguera, como el macizo montañoso perteneciente al municipio de Cumanayagua, los cubanos que lo admiran asisten a los sitios establecidos para rendir el tributo póstumo y ratificar la voluntad de defender eternamente la Revolución y hacer más sólido y sostenible el socialismo.
Por otra parte, las vías por las que transitará la caravana con las cenizas mortales del Comandante en Jefe rumbo al cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde reposarán junto a las de José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, están siendo engalanadas con banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio.
El primer punto a donde arribará en la ciudad de Cienfuegos, como sucedió el 6 de enero de 1959 en su recorrido victorioso hacia la capital del país, será el Museo Histórico Naval, antiguo Distrito Naval Central, donde el 5 de Septiembre de 1957 se sublevó un grupo de integrantes de la Marina de Guerra del entonces presidente Fulgencio Batista, contra cuyo régimen luchaba en la sierra el Ejército Rebelde, encabezado por Fidel.
El guía de la Revolución consideró al levantamiento popular armado del pueblo de Cienfuegos en esa jornada como un apoyo moral inestimable para quienes combatían por la independencia definitiva de la patria.
La Caravana también llegará al parque Martí y específicamente a la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular, donde antes del triunfo funcionaba el Ayuntamiento Municipal. Allí Fidel dio aquel día una conferencia de prensa y le habló al pueblo. En su alocución afirmó: “A Cienfuegos había que venir aunque solo fuera para saludar a este pueblo e inclinarse reverente en tributo a los héroes del 5 de Septiembre”.
