“Si los cubanos hemos resistido; si la Revolución cubana ha seguido en pie, no ha sido solo por la grandeza de nuestro pueblo, sino porque tuvimos, tenemos y tendremos a Fidel, y digo tendremos, porque los hombres como él nunca mueren, viven enraizados en sus pueblos, resplandecen en la eternidad”.
Así expresó a Trabajadores el prestigioso documentalista y fotógrafo Roberto Chile (La Habana, 1954), quien ha escrito y dirigido más de 80 realizaciones de corta y mediana duración (documentales, reportajes y cortos de arte sobre la cultura y la actualidad cubanas); y en calidad de camarógrafo personal acompañó al máximo líder de la Revolución cubana, en sus viajes por Cuba y el mundo desde 1984 hasta 2006, “perpetuando así el perfil de Fidel y documentando el constante ejercer de su obra”; como ha dicho el Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, al referirse al conjunto de instantáneas realizadas por el también periodista y promotor cultural, quien en enero del 2008 creó el proyecto Alas con puntas, para promover la obra de un numeroso grupo de artistas contemporáneos cubanos.
Evidentemente consternado ante la noticia de la desaparición física de su compañero y amigo, Chile afirmó que “si volviera a nacer, quisiera que fuera en Cuba y en tiempos de Fidel”.
Creador de documentales y reportajes de indiscutible valor histórico, periodístico y artístico, que forman parte de la memoria audiovisual de la nación (entre otros muchos: En el corazón de América; Como volver a nacer; De Hanoi a Hiroshima; Elogio de la virtud y La escolta de siempre), Chile rememoró conmovedoras anécdotas relacionadas con su trabajo al lado de Fidel Castro Ruz:
“Momento de dolor fue el día en que me llamaron para que filmara algo que no me esperaba. Fue cuando hizo pública la Proclama del Comandante en Jefe, donde hacía dejación de todos sus cargos. Estaba convaleciente de una complicada operación, en cama. Tomó el original del escrito y pidió que grabáramos el momento en que él lo firmaba, por si él moría se supiera que el documento era verídico y no una falacia, como podían argumentar sus enemigos. Después nos dijo: ‘Espero que ninguno de ustedes se desanime a luchar, hay que luchar todos, hasta la última gota de sangre, defendiendo la Revolución si el país es agredido’. Y yo le respondí: ¡Viva Fidel!”.
Los audiovisuales de Chile rememoran momentos del quehacer revolucionario de Fidel. “Son trozos de su infatigable liderazgo al frente de la Revolución Cubana. Muchos de ellos, tal cual los vivimos; otros poseen una intención más poética. Todos alejados del panfleto. Historia, instantes que nos conmovieron, movilizaron nuestros sentimientos humanos y patrióticos, y dejaron honda huella en los revolucionarios cubanos”, puntualizó.
“Recuerdo que cierta tarde lo visitó un grupo de empresarios norteamericanos, quienes iban a entrevistarse con él tal vez una o dos horas. Como era, costumbre, el encuentro se extendió por muchas horas. Al final, a petición de uno de ellos, Fidel firmó su camisa; también les rubricó unas fotografías históricas, y cuando se marchaban felices le escuché decir a uno de ellos: ‘Este hombre me ha cambiado en unas horas la imagen que durante toda mi vida me habían inculcado sobre él’. Así es Fidel”, aseveró el colega y artífice del lente acreedor, entre infinidad de reconocimientos, de la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez (1998); la Condición Hombres y Mujeres Importantes de la Sociedad (2003); el diploma Tomás Gutiérrez Alea por sus Relevantes Aportes al Cine Cubano y a la Cultura Nacional (2003); la Distinción por la Cultura Nacional (2004); el Premio Anual de Periodismo Juan Gualberto Gómez (2002, 2003 y 2004) y la Distinción Félix Elmuza (2005).
Sobre la exposición Fidel es Fidel, presentada en Cuba y otros 15 países, el miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Unión de Periodistas de Cuba, la Asociación de Comunicadores Sociales de Cuba y la Asociación Cubana del Audiovisual, explicó que está inspirada en la célebre frase del dramaturgo alemán Bertolt Brecht: «Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles».
“Fidel es un imprescindible, un hombre que jamás se ha dejado vencer por las adversidades. Ni la muerte podrá apagarlo. Él estará siempre aferrado a las causas más justas e iluminando el porvenir. Fidel, desde aquí te decimos: ¡Venceremos!”.
