“Fidel está vivo, porque hombres como él no mueren. Lo inmortalizan su obra, sus desvelos por los humildes, de Cuba y del mundo, sus principios éticos, humanistas que se expresan en los actos de solidaridad, en la que también nos educó y ahora es un legado que debemos preservar, defender de quienes pretenden destruir la Revolución.
“Las muestras de dolor expresadas desde todas partes del planeta demuestran la talla universal de la obra que fundó el Comandante en Jefe, su proyección siempre al lado de los más necesitados, ayudándolos, defendiendo sus derechos en eventos internacionales, vaticinando peligros y enfrentándolos junto al pueblo. Esa imagen perdurará en la memoria histórica de los cubanos dignos.
“Tras su desaparición física debemos honrarlo con la fidelidad a sus ideas, y con la unión de todos los cubanos, porque él nos enseñó que en la unión está la fuerza.” (Teresa Peña Iglesia, ama de casa, ciudad de Las Tunas)