Quienes por estos días visitan el Complejo Escultórico Comandante Ernesto Guevara de Santa Clara, realizan un doble tributo: el tradicional al Che y también de manera especial al Comandante en Jefe Fidel Castro.
Junto a la inmensa imagen que preside uno de los espacios del Museo de la institución, instantánea del fotógrafo cubano Roberto Salas, en la que conversan animadamente Raúl, el Che y Fidel en los días iniciales del triunfo revolucionario, los asistentes a la institución hacen un alto, parece que guardan un minuto de silencio. Quedan conmovidos y reconocen en la imagen la coincidencia de ideas, el simbolismo que representa en ella la lucha de Guevara en Latinoamérica y el mundo y la continuidad de ese pensamiento en la vida y la obra del líder histórico de la Revolución cubana.
“Es un hombre que siempre se respetará, en la foto está prediciendo casi el futuro”, expresó un ciudadano francés. Uno alemán dijo estar consternado, mientras tres argentinos no escondían las lágrimas.
“Cuba está de luto, también el mundo. Los cubanos saben crecerse ante las pérdidas. Este es un golpe para la humanidad, pero quedan sus ideas y su legado inspirará nuevas victorias”, afirmaron otros que ingresaban al sitio.
Hombre de principios indeclinables
Estamos conmovidos ante la desconsoladora la noticia. Tristeza, esa es la palabra. La certeza de su ausencia es casi imposible de asimilar. Desde este sitio lo vimos convocar al pueblo, indicar misiones, proponernos metas. Desde aquí llamó a los villaclareños vencedores de dificultades y obstáculos, expresó Marta Arencibia Plasencia, especialista del Complejo Escultórico Ernesto Guevara de Santa Clara.
“En el museo de esta institución está, con toda su hidalguía, junto al Che en una inmensa foto. Eso nos lo hace presencia eterna porque inolvidable, imprescindible y necesario será siempre”, enfatizó consternada.
“Aquí está perpetuada la frase con la que el Che se despidió de él a su partida hacia Bolivia, esa misma frase que repetimos hoy: Hasta la Victoria Siempre, para despedirlo hacia la inmortalidad. Ella encierra su espíritu de triunfador, de hombre invencible, indeclinable en sus principios, ese que luchó por hacer trascender a este pueblo y también por los derechos de los pobres del mundo al que este `pueblo se será leal ”, concluyó.