“El impacto es muy duro”, dice con voz entrecortada Rolando Beltrán Hurtado, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, quien se desempeña como director del internado de primaria Abel Santamaría del poblado santiaguero de El Caney.
“Jamás vamos a olvidar a Fidel, no hay modo de hacerlo, todo nos lo hará recordar: cada escuela, cada fábrica, cada éxito deportivo, de la salud, de la ciencia, de la cultura… y no solo en Cuba sino fuera de ella también, porque desde hace mucho tiempo se convirtió en un hombre universal.
“Fidel se va, y a la vez se queda, y el reto de los educadores cubanos será inculcarle a cada generación de niñas y niños su ideario, transmitirles su grandeza y ejemplo para perpetuarlo en la eternidad al igual que Martí. Ellos dos han brillado como cubanos excepcionales y ahora descansarán juntos en el regazo de la patria amada”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.