Con el objetivo de contrarrestar la labor diversionista que elementos contrarrevolucionarios ejecutaban para sembrar la duda y el descontento entre el campesinado, el 5 de noviembre de 1959, en el central Estrada Palma —posteriormente Bartolomé Masó—, el comandante Ernesto Guevara de la Serna concibió la realización de trabajos voluntarios en apoyo a la construcción de una ciudad escolar para 20 mil niños de la Sierra Maestra.
La obra que se levantaba en el Caney de las Mercedes, en la entonces provincia de Oriente, la acometían combatientes del Ejército Rebelde en incuestionable materialización de la promesa hecha por la máxima jefatura de esa fuerza durante la lucha armada.
La primera jornada se hizo el domingo 22 de noviembre, día en que, desde la cama de un camión, el Che explicó a los miles de asistentes la importancia de aquella labor.
De las notas tomadas por el fallecido periodista manzanillero Gerardo Sábado Lago, y celosamente guardadas por Walfrido La O Estrada, también físicamente desaparecido, ofrecemos los fragmentos siguientes:
“Hoy juntos, obreros, campesinos y estudiantes, con su Ejército Rebelde, vamos a ayudar a construir la nueva Cuba. Como ayer juntos estuvimos en la lucha contra la tiranía, hoy tenemos que luchar contra los que nos quieren dividir con fantasmas, mitos y prejuicios.
“(…) Obreros, campesinos, estudiantes y nuestro Ejército Rebelde, juntos garantizaremos la construcción de la Ciudad Escolar para los veinte mil niños campesinos de la Sierra Maestra. Esta escuela será un símbolo permanente de la alianza obrero-campesina donde se asienta nuestro poder revolucionario”.
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