Compañeros y compañeras:
Tenemos plena conciencia que hacerlo fue necesario siempre, pero en la actual coyuntura resulta imprescindible como arma y escudo para contrarrestar con argumentos, el despliegue de una campaña de subversión política e ideológica del imperialismo norteamericano, que con un carácter cada vez más sútil y solapado, dirige su arsenal mediático al escenario laboral, de manera particular a los que actúan en las formas de gestión no estatal.
Dedicar este Taller al XI Congreso, como plataforma de análisis nos enmarca en un contexto incipiente y de muchas transformaciones en la obra de la Revolución a partir de las cuales también se transformaban no solo las estructuras orgánicas existentes, sino lo más importante se transformaban y adecuaban las misiones de una clase obrera que había alcanzado el poder político y se enfrentaba a una cruda lucha de clases.
De modo, que el ejercicio de reflexión y debate , realizado hoy aquí, sobre las ponencias presentadas, todas resultado de profundas investigaciones científicas, que nos tributan importantes aportaciones de documentos y testimonios, nos hacen ratificarnos en la máxima dirección de la CTC y los Sindicatos Nacionales el compromiso de mantener estos espacios, diversificarlos y perfeccionarlos en términos de su contribución cualitativa a la educación y el conocimiento de la nueva legión de dirigentes sindicales.
Los acontecimientos que precedieron la realización del XI Congreso abordados desde diferentes puntos de vistas e impactos durante el Taller, contextualizan la compleja situación que el campo económico, político, social y sindical caracterizaba la época.
En este conclave sindical de alta significación por su alcance, contenido e importancia histórica, se expuso la voluntad de sus participantes de luchar por la erradicación de corrientes anti obreras agrupadas en sindicatos amarillos, se patentizó la necesidad de seguir construyendo un sindicalismo clasista que articulará acciones para favorecer la unidad en defensa de los intereses de la revolución.
Al propio tiempo marcó un importante proceso de restructuración del movimiento sindical, estableciendo la creación de una sección sindical en cada centro de trabajo con lo cual se eliminaron las organizaciones gremiales, estructura que hoy se mantiene como base y espacio fundamental donde participan los trabajadores en la materialización práctica de la vida laboral y sindical, no exenta de dificultades e insuficiencias.
Fueron creados 25 sindicatos nacionales, a través de la celebración de sus respectivos Congresos constituyentes.
La CTC cambió su carácter de Confederación para adoptar el nombre de Central de Trabajadores de Cuba.
Además de lo anterior resulta válido en nuestra opinión destacar el papel, y el liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro, el que junto a Lázaro Peña supieron interpretar la coyuntura histórica y el papel determinante de una clase obrera y un movimiento sindical con capacidad de cumplir su misión fundacional de representar los intereses de los trabajadores, unido a su permanente movilización por generar las riquezas que se demandan para la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo y cubrir los elevados gastos sociales en que incurre nuestro Estado.
En esta época tan temprana en la clausura de este Congreso el compañero Fidel Castro señaló:
“La clase obrera tiene que aprender en un terreno todavía más amplio y más profundo, no solo en el campo de sus sentimientos, de sus simpatías y de su adhesión; tiene que penetrar a fondo en las leyes de la economía, tiene que penetrar a fondo en los conocimientos de la historia, en los conocimientos de la planificación; tiene que ir conociendo cada vez más, porque ese conocimiento cada vez mayor le dará cada día más convicción, le dará cada día más seguridad, le dará cada día más fe en el porvenir”.
Estos son conceptos de absoluta vigencia para el desempeño contemporáneo de un movimiento sindical que actúa en un escenario laboral caracterizado por un cambio cualitativo en la composición del empleo, donde ya el 29% de la población económicamente activa del país labora en un modelo de gestión no estatal, y donde además como resultado del avance sostenido en la implementación de los Lineamientos aprobados en el VI y VII Congresos del Partido, son sistemáticos los cambios del marco regulatorio laboral y sus relaciones empresariales, sin dejar de reconocer una clase obrera con mayor nivel cultural y político, pero más polémica y exigente a la solución de sus demandas.
Igual importancia brindamos a la labor en el frente económico y su impacto en la política de empleo y salario, lo que continúa en el centro de la atención movilizativa de los sindicatos por poner a flote las reservas de eficiencia que demanda nuestra economía.
Ello nos implica retos y desafíos a nuestra capacidad organizativa, influencia y liderazgo como organización, para sobre todo, en nuestras bases tener un sindicato con voz propia en los espacios decisorios, con posibilidad de negociar, movilizar y construir alternativas de solución a las problemáticas y reivindicaciones planteadas por los trabajadores.
Queridos compañeros y compañeras:
La actual labor educativa, demanda fomentar entre nuestros afiliados el amor y la defensa de nuestra gloriosa historia, el sentido del deber, la disposición a enseñar junto al valor y la aptitud de aprender.
Este Taller sin duda alguna favoreció este noble propósito, pues contamos con expertos académicos, profesores, colaboradores y ex dirigentes sindicales que nos han acompañado en defender la convicción profunda que la historia de Cuba y de su movimiento sindical jamás será olvidada.
Les expreso a todas y todos el testimonio de nuestra infinita gratitud.
Muchas gracias
