No caben cuestionamientos cuando se advierte que los delegados de circunscripciones, célula primaria del Poder Popular en Cuba, son fruto de la obra de la Revolución, en tanto, en ese proceso social hay parte de ellos.
Citar a Emiliano Milán Vargas, y el trabajo que le respalda desde hace cuatro décadas en la comunidad de San Apapucio, a 25 kilómetros de Bayamo, es muestra clara y categórica.
A sus 77 años de edad la experiencia en este tipo de labor es proverbial; sin embargo, según afirma, no todo está aprendido porque las personas cada día tienen algo diferente que mostrarle.
“Cuando las primeras elecciones en el barrio salí como candidato y luego la mayoría votó por mí. Eso me permitió ser partícipe del acto de constitución de las cinco provincias orientales, el 7 de noviembre de 1976 en el Parque Nacional La Demajagua. Por primera vez vi a Fidel y fue indescriptible lo que sentí. Ese momento fue trascendental.
“Luego vendrían las responsabilidades, pero no sabíamos lo que era aquello —dice refiriéndose al Poder Popular— o a qué nos enfrentábamos y tuvimos que aprender en el camino. Lo asumimos entonces de forma valiente como un mandato de Fidel, en representación de la obra social y del pueblo, que es nuestra razón de ser”.
El período laboral de Emiliano transcurrió en la subdelegación de Suelos y Fertilizantes de la Agricultura como administrativo. De forma paralela, y según expresa, fue uno de los que puso la vida en la tarea de gobierno. Al mantenerse cuatro décadas con tal encargo se permite hacer comparaciones.
“Nos propusimos dar respuesta a los planteamientos de manera rápida y oportuna, además de ayudar en lo que hiciera falta en la comunidad. La diferencia es que existían recursos y teníamos más prerrogativas. Hoy las condiciones son diferentes y solo hacemos la función de gobernar. La solución a los problemas de los electores no depende directamente de nosotros, sino que nos corresponde gestionarla con las diferentes entidades. Esto puede ser causa de enjuiciamiento, en no pocas ocasiones.
“Cada época es diferente, con retos, dificultades y oportunidades. Pero lo importante es no rendirse.
“No obstante existen entre los períodos denominadores comunes: ética, dignidad, sensibilidad, respeto y responsabilidad”.
Ante la interrogante sobre los aspectos en que debe mejorar el órgano de gobierno en sus diferentes instancias responde ágil, sin llegar a meditar:
“Los que debemos mejorar somos nosotros y ser serios porque la gente ha ido perdiendo la confianza. No los podemos engañar, si lo hacemos luego nada funcionará. A la juventud debemos demostrarle la valía de todo este proceso para asegurar su continuidad.
“Hoy muchas personas entienden el Poder Popular como el órgano administrativo responsable de resolver todas las situaciones que les afecta; pero no creo que sea así. El Poder Popular somos todos, el pueblo es su verdadera fuerza motriz. En mi circunscripción nos organizamos para hacer el consultorio del médico de la familia y la bodega, asimismo cooperamos en la electrificación y arreglos de la vía de acceso”.
Orgulloso de su labor, de los años consecutivos que acumula en el ejercicio, de lo logrado en su demarcación y de ser fundador de la instancia para la administración, Emiliano siempre procura, conforme a ello, no solo enaltecer este quehacer, sino expresar lo que considera correcto.
“El delegado es como un maestro de escuela. Debes ser ejemplo, brindar mucha orientación, ser tolerante, tener empatía, conocer a las personas que te eligen y acudir presto a resolver las dificultades.
“La preparación política y la actualización sobre el acontecer económico son asuntos cardinales, pues nos toca también convencer, instruir y guiar.
“Yo digo que para esta función hay que nacer porque lidiar con la población es complicado y siempre hay nuevas tareas. No pocas veces ponemos a un lado lo personal para dedicarnos al bien común”.
Y si preguntamos cuándo dejará de ser delegado, la sonrisa de satisfacción antecede por segundos las palabras:
“En San Apapucio no han conocido otro delegado que no sea ‘Emiliano’. Mientras me acompañe la fuerza, la razón y el voto de mis electores, ahí estaré, aportando mi granito de arena para perfeccionar el sistema lo cual se revierte en bienestar para mi gente”.