Ramón Barreras Ferrán y Rodny Alcolea Olivares
Aún se le nota en la voz la fuerte impresión que le dejó el paso del huracán Matthew, a Isbel Guilarte Reyes, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y secretaria general de la CTC en la provincia de Guantánamo.
Ella, por sus responsabilidades y las funciones que le corresponden, está casi de manera permanente en la primera trinchera de ese duro combate que se denomina recuperación. Por varios días ha estado fundamentalmente en el municipio de Maisí, donde los estragos fueron enormes.
En el empeño de restablecer la normalidad de forma paulatina y apoyar lo mejor posible a los miles de damnificados, al movimiento sindical le ha tocado una cuota de compromiso y de acciones. A ese y otros temas se refiere en entrevista exclusiva para Trabajadores.
“Una vez que pasó el huracán y afectó tan terriblemente, los cuadros nos dimos a la tarea rápidamente de ponernos en función de intensificar la labor política-ideológica de manera directa con las personas. Visitamos los centros de evacuación donde quedaron cientos de damnificados, pues fueron muchos los que perdieron todo: sus viviendas, sus pertenencias…
“Nos dirigimos de inmediato a las zonas más afectadas para conversar con la gente e interesarnos por las condiciones de vida… El quehacer del movimiento sindical está presente desde el primer momento”.
¿Cuántos cuadros de la organización fueron afectados?
Doce perdieron sus viviendas y la mayoría de los de Maisí y Baracoa tuvieron afectaciones de algún modo. Y aún así, todos se incorporaron a trabajar. Buscamos y encontramos la forma de contribuir a crearles facilidades temporales. Cuando se abrió la comunicación y pudimos llegar a los lugares más apartados apreciamos que ya los dirigentes sindicales estaban en la primera fila.
¿Cómo ha sido el trabajo de la CTC?
Les pongo un ejemplo: al acceder a Maisí, después de restablecida la vía, más de 40 dirigentes de la CTC y los sindicatos, nos dirigimos a la punta. Todo estaba arrasado allí. Llevamos con nosotros a trabajadores del Movimiento Vanguardista de la Construcción de la provincia y a los integrantes de la brigada de mantenimiento de la CTC. Constituimos cinco colectivos y logramos en un día y medio, a pesar de las condiciones tan adversas y la escasez de agua, 16 facilidades temporales para los casos más críticos y delicados. Fue un ejemplo de solidaridad mutua, pues los damnificados también nos recibieron muy bien.
En una segunda etapa y a partir del llamado de las direcciones del Partido y la CTC, trabajamos de manera intensa en la reanimación de los colectivos laborales. Hemos visitado casi el 100 % de los centros de los municipios más afectados a fin de comprobar el grado de vitalidad que tienen, fundamentalmente aquellos que garantizan los servicios esenciales a la población. Se ha podido evidenciar la fuerte estirpe que caracteriza a los trabajadores cubanos. Muchos han perdido sus casas y sus bienes y están, sin embargo, en sus puestos laborales y han participado de forma comprometida y entusiasta, por estos días, en los actos de rechazo al bloqueo comercial, económico y financiero del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
¿Qué consideración le merece el temprano apoyo de otras provincias?
Hemos recibido solidaridad directa de todos los territorios del país. Hay más de 5 mil trabajadores —y la cifra es conservadora porque resulta difícil llevar una cuenta exacta— laborando en la recuperación en condiciones muy difíciles. Hay que destacar la labor de todos y de manera particular la de los del sector eléctrico, las comunicaciones y la agricultura. También debe reconocerse el aporte de los de la capital guantanamera, quienes se han integrado en brigadas para restablecer techos en escuelas, bodegas, farmacias…
Estamos haciendo actos de despedida a los trabajadores de otras provincias en la medida que terminan sus misiones. Confeccionamos un bono de participación que se le entrega a cada uno de ellos. Hace poco culminaron su tarea más de 140 electricistas de Camagüey que laboraron en Maisí y restablecieron el servicio totalmente, y 779 de varias provincias que estuvieron en Baracoa. Ellos merecieron un reconocimiento especial del Ministerio de Energía y Minas y de la provincia de Guantánamo.
¿Cómo valora la marcha de la recuperación?
A partir de las medidas adoptadas por el Estado muchos damnificados reciben un módulo gratuito para crear una facilidad temporal. Eso ha ayudado bastante. Se han creado brigadas populares en los territorios para colaborar con los ancianos, las mujeres que viven solas con sus niños…
Hemos apreciado unidad, respuesta y agradecimiento. En estos momentos se respiran otros aires.
