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Cuba en la ONU Dos victorias que son muchas

Yimel Díaz Malmierca y Adislenes Ruenes César

Dos victorias en una misma semana obtuvo Cuba en el 71 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

La primera fue el apoyo casi unánime de ese plenario en condena al bloqueo económico, comercial y financiero que la mayor potencia del mundo ha mantenido durante más de cinco décadas hacia el pequeño país del Caribe.

Por primera vez Estados Unidos e Israel cambiaron su voto por la abstención luego de casi un cuarto de siglo de batallar contra la misma resolución, ampliada y actualizada cada año por Cuba y los organismos internacionales consultados.

No obstante, la embajadora estadounidense Samantha Power, al explicar la decisión de su Gobierno, acusó a la isla de “violar los derechos humanos sistemáticamente con impunidad”, en clara referencia a la votación que días más tarde tendría lugar en ese mismo escenario para elegir a los países miembros del Consejo de Derechos Humanos (Codehu), donde se dio la segunda victoria.

La diplomática de EE.UU. tuvo que reconocer algunas de las conquistas de Cuba que resultan envidiables para muchos países, entre ellas las bajísimas tasas de mortalidad infantil y el derecho igualitario de las niñas a la educación primaria y secundaria.

En el mundo existe concenso acerca de que la condición de miembro del Codehu es para los Estados que mantienen “los más altos estándares en la promoción y protección de derechos humanos”, por lo cual la inclusión de Cuba para el período 2017-2019 resultó un “símbolo del reconocimiento de la comunidad internacional a todo lo que Cuba ha hecho por los derechos humanos de su pueblo y otros pueblos del mundo”, según tuiteó Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos de la cancillería cubana.

El Codehu es el máximo órgano encargado de promover y velar por la protección de las garantías individuales en el mundo. Está formado por 47 miembros distribuidos regionalmente y que son electos por la Asamblea General para un mandato trienal.

Cuba es miembro fundador del Consejo. Lo integró en dos períodos consecutivos, (máximo establecido) desde el 2006 hasta diciembre del 2012. En el 2013 fue reelecta (2014 a 2016), en medio de presiones ejercidas entonces por Estados Unidos para impedirlo, según recuerda la nota publicada el pasado viernes por la cancillería cubana.

A pesar de eso, la isla fue el país más votado entonces, lo cual ratificó el prestigio alcanzado en esta materia. El hecho se ha repetido ahora cuando 160 Estados la eligieron; mientras que 137 optaron por Brasil y 82 por Guatemala, país que finalmente quedó fuera del Codehu.

El sufragio no estuvo exento de polémica, en muchos casos debido a la manipulación política que se hace del tema de los derechos humanos. Una de las víctimas resultó ser Rusia que, luego de álgido debate, quedó excluida del Consejo.

Para el mandato del Codehu que se inicia en el 2017 los Estados africanos estarán representados por cuatro nuevos miembros: Egipto, Ruanda, Sudáfrica y Túnez, que no enfrentaron ninguna competencia regional en la votación. Los de Asia-Pacífico, por China, Irak, Japón y Arabia Saudita, que igualmente pasaron sin competencia. Del grupo de países de Occidente y otras regiones se eligió a Estados Unidos y Reino Unido. De Europa del Este se incluyeron Hungría y Croacia.

El apoyo que de manera sistemática y creciente ha ofrecido la comunidad internacional ha sido una de las razones por las cuales Estados Unidos se ha visto presionado a cambiar sus tácticas de relación bilateral con Cuba pero, tal como reiteró el canciller Bruno Rodríguez ante el plenario de la Asamblea General, es necesario juzgar por los hechos.

Estas dos victorias, que ciertamente equivalen a muchas, esperan por acciones concretas que conduzcan, por ejemplo, al desmontaje del bloqueo y a un cambio real en la política de un país, que de hostil ha decidido convertirse en “un buen vecino”.

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