Las sesiones finales de la Primera Conferencia Nacional del sindicato de la industria alimentaria y la pesca concluyeron este sábado, luego de acuciosos debates acerca de las mejores vías para elevar la eficiencia económica y el funcionamiento de la organización obrera en ese importante sector.
La reunión, cuya plenaria final se desarrolló en el teatro Lázaro Peña, de la sede principal de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), analizó, debatió asimismo los asuntos que más preocupan a los más de 120 mil laborantes en la citada industria, a la vez que trazó las coordenadas sindicales para la etapa que se inicia.
Entre los planteamientos con mayor repercusión en la reunión sobresalieron los referidos a contradicciones existentes entre el aporte productivo y el salario que reciben los que laboran en las empresas mixtas; también las formas de enfrentar el delito, la corrupción y las indisciplinas laborales y sociales.
En sus palabras de clausura, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC y miembro del Buró Político del Partido, valoró como muy significativas las políticas estatales rectoras de la actividad industrial en el sector, a la vez que destacó las deficiencias detectadas en el proceso previo a esta conferencia, en especial las vinculadas con la necesidad de incorporar a la acción sindical métodos y estilos de trabajo más creativos.
Indicó que la capacitación sindical, económica y jurídica no solo es necesaria, sino que resulta imprescindible a fin de tener un sindicato con voz propia, con capacidad de negociar, movilizar y construir alternativas de solución a las problemáticas y reivindicaciones planteadas por los trabajadores.
Dijo que corresponde de inmediato al sindicato, junto al ministerio respectivo, dar seguimiento a los planteamientos de los trabajadores, fundamentalmente aquellos vinculados al mejoramiento de la atención integral a las condiciones de trabajo, a las alternativas que permitan la aplicación de sistemas de pago más estimulantes, y al proceso inversionista.