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¿Al ritmo de la vida?

Foto: Ramón Barreras

 

La economía cubana requiere de acciones constantes y precisas para que su modelo de gestión pueda palpitar al ritmo de la vida.

Un diagnóstico más cercano a tal realidad se tendrá, entre este 31 de octubre y el 9 de diciembre, cuando se le tome el pulso a un grupo de entidades, durante una nueva comprobación nacional al control interno.

La cantidad de centros a auditar comprenderá solo una muestra del entramado empresarial. Aunque la verificación será lo necesariamente abarcadora en el orden cualitativo para demostrar si hay o no “nubarrones” en el ambiente de control del país

Así lo argumentó la Contraloría General de la República de Cuba, en encuentros preparatorios del inminente proceso de auditoría en las distintas provincias, donde trascendió que todavía no se alcanzan los resultados deseados en materia de prevención del delito, la corrupción y las ilegalidades.

El clima laboral está en riesgo en no pocos centros. La contabilidad es una de las ramas más vulnerables. En esta actividad hay registros primarios inadecuados que propician la manipulación de cuentas para encubrir hechos delictivos. Amén del dinero en caja y los bienes de valor a los que no se les hacen arqueos sorpresivos.

Los altos montos de cuentas por cobrar y pagar generan daños a las unidades productoras y presupuestadas, debido, entre otras razones, a que el contrato no es utilizado por las administraciones como herramienta en mano de forma sistemática, para negociar y controlar los recursos de todo tipo.

Tampoco escapa del descontrol una preocupación de muchos: grandes diferencias salariales entre el personal administrativo y los obreros que producen las mayores riquezas; insuficiente comunicación a los trabajadores sobre los ingresos a distribuir; y pago a personas no inscriptas en el registro del contribuyente como trabajadores por cuenta propia.

Son estas algunas de las fisuras donde la falta de control incita a delinquir. Otra de las brechas proviene, por ejemplo, de la guardia nocturna. Un chequeo sorpresivo reciente en Ciego de Ávila demostró que algunos agentes de seguridad y protección duermen o se ausentan al servicio de vigilancia. A esta negligencia de los custodios se suma que dichos lugares son como el mítico Potrero de Don Pío, donde cualquiera puede campear por su respeto por las deficiencias en la seguridad.

La falta de fiscalización de las direcciones administrativas en el territorio avileño constituyó una de las causas por las cuales creció la actividad delictiva en los centros de trabajo durante el primer semestre del presente año.

Una información más fresca revela que unidades del Comercio y la Gastronomía fueron afectadas por hechos de robo con fuerza y con violencia, hurto, malversación, estafa, incumplimiento del deber, apropiación indebida. Un ejemplo: el mercado Ideal La Elegante, en pleno bulevar, tuvo una afectación superior a los 17 mil pesos. Luego del hecho se reforzaron las medidas de seguridad del inmueble.

Mi provincia, por supuesto, no es la excepción de erróneos procedimientos en la implementación de normativas aprobadas para la descentralización y uso de las facultades otorgadas al sistema empresarial, de los traspiés en la aplicación de la Resolución 6 sobre formas y sistemas de pago, entre otras prioridades que estarán bajo la lupa de la XI Comprobación Nacional al Control Interno.

Hace una década comenzaron estos ejercicios y todavía la contabilidad no es totalmente confiable en múltiples colectivos laborales, pues no se profesa este sentimiento de pertenencia: la economía es mía.

Resolver tales desafíos se presenta como una premisa para actualizar el modelo económico cubano, porque como dijera el Che: “Sin control no podemos construir el socialismo”.

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