Matanzas.- Muy emotiva, sui generis y prometedora comenzó la jornada de habilidades durante el XXX Juego de las Estrellas, pues un derby de jonrones para niños menores de 12 años levantó de sus asientos a miles de espectadores en el estadio Victoria de Girón, quienes desafiaron una pertinaz y molesta lluvia en el horario vespertino.
Más allá del nombre del ganador, Luis Marino, con seis vuelacercas por encima de una cinta colocada a 250 pies del home, a cada uno de los talentos se les vio batear a las dos manos, sentirse felices con solo haber sido escogidos para un momento como ese y vestir orgullosos el uniforme de su provincia Matanzas.
Tras evaluar las condiciones del terreno, los organizadores del partido decidieron no celebrar las carreras de home a primera y la vuelta al cuadro, en tanto mantuvieron el tiro al barril de los receptores, el disparo de precisión desde los jardines y la primera fase del derby de jonrones para la final de este sábado 29 de octubre.
Entre los cátcheres, el pinero Jordanys Acebal ratificó porque fue el más sobresaliente de la primera etapa en cuanto a cogidos robando, al acertar en el medio del barril en dos de los tres intentos, escoltado por el industrialista Frank Camilo Morejón y el tunero Rafael Viñales, quienes lo hicieron una vez.
Desde las praderas, el jardinero que más certero estuvo fue el avileño Luis Robert Moirán, quien casi la puso de aire sobre el home. “No pensaba ganar, pero sí quería demostrar mis habilidades a la defensa porque siempre hablan de mi ofensiva, pero no de este aspecto”, comentó el triunfador, uno de los peloteros más integrales de nuestra actual serie nacional.
En cuanto al derby de jonrones, un trío de respeto avanzó a la ronda final: el villaclareño Yeniet Pérez, el tunero Viñales y el matancero Yurisbel Gracia, quienes desaparecieron las esféricas seis, cinco y cuatro ocasiones, respectivamente.
“No tenía en mis cálculos discutir la final porque no soy propiamente jonronero, pero las cosas salieron bien y ahora sí pensaré en ganar”, dijo Pérez. Por su parte, Gracial valoró que le encanta participar en este tipo de pruebas y “espero regalarle a mi afición el campeón del derby de jonrones”.
Este domingo se espera una porfía interesante entre ellos, aunque la falta de jonroneros natos en nuestra pelota, al estilo de Muñoz, Casanova, Cheíto, Junco, Medina y tantos otros, sigue siendo preocupante y que no se resuelve con pruebas de habilidades emotivas y divertidas.
