Un cuarto de siglo atrás la ultraderecha global se hallaba en estado de gracia. Era tanto el éxtasis provocado por la desintegración de la URSS, y la debacle del socialismo en Europa del Este, que llegaron a afirmar que ya no tenían cabida las utopías.
El horizonte solo avizoraba la proliferación de sociedades de consumo, con ciudadanos desconectados de la realidad sociopolítica de sus países, enfilados únicamente en el avance económico. Un nuevo dios, el mercado, irrumpía desenfrenado sin aceptar siquiera cuestionamientos. Los mall y shopping centers, cual catedrales contemporáneas, eran ahora el centro del universo. Rendirles pleitesía devino nuevo mandamiento.
Si en el París de mayo de 1968 (ese en el que los jóvenes se propusieron tomar el cielo por asalto conquistando nuevamente La Bastilla) se leía “Seamos realistas, hagamos lo imposible” ahora, según lo agoreros de turno, todo cobraba sentido desde la óptica neoliberal que preconizaba el abandono de ideales y ensoñaciones. No hacía falta lamentarnos por el pasado, ni mucho menos pensar en construir un futuro, simplemente teníamos que concentrarnos en el presente, sin remordimiento alguno.
En América Latina y el Caribe el panorama no era menos dramático. Múltiples personajillos asentados en palacios presidenciales organizaban festines, por la supuesta estocada mortal asestada a la izquierda.
Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Alberto Fujimori en Perú, Fernando Color de Mello en Brasil, o Carlos Saúl Menem en Argentina, entre muchos, brindaban por las instauración del Consenso de Washington y la coronación hemisférica de los “Chicago Boys”, quienes enseñaron antes las uñas en Chile, bajo el resguardo pinochetista.
No podía perderse un segundo para aplicar los paquetes de medida del FMI y el Banco Mundial. En el mejor estilo del fabuloso sprinter norteamericano Carl Lewis, el Hijo del Viento, quien deslumbraba con su potencia en el hectómetro y el salto largo, cada cual debía marchar a toda velocidad en su patio, haciendo recortes sociales y abriéndole las puertas al gran capital monopolista transnacional.
La palabra de orden era privatizar y bajo esos presupuestos cualquier procedimiento era válido. Ser competitivos dentro de Wall Street era más importante que ascender al Olimpo.
En lo ideológico y educativo ese comportamiento tuvo su correlato. Ya no había que dedicar programas a enseñar las tradiciones de lucha de nuestros pueblos, ni profundizar en el legado de los próceres. Lo esencial era el aprendizaje del inglés y la mercadotecnia, como llaves maestras que certificaban la interrelación con el mundo desarrollado.
De garantizar ese nuevo profesional en las universidades (a las que debía controlarse con especial celo, por su inveterada propensión a los chispazos revolucionarios que amenazaban con incendiar la pradera) se encargarían la Coca Cola, IBM, General Motors, Ford y otras compañías exitosas. El incentivo mayor: prometerle a los muchachos un puesto ejecutivo en alguna de esas firmas, aunque no pudieran siquiera mencionar algún pasaje de las guerras libertarias.
El Estado tenía que aligerarse y soltar el fardo pesado de inmiscuirse en la salud, educación o garantizar un vejez digna a quienes se partieron la espalda trabajando durante décadas de sol a sol. La eficiencia venía de la mano privada y ello era incuestionable, además, lo mismo en la administración de carreteras, obras públicas o establecimientos penitenciarios.
Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Los seres humanos, sin embargo, tenemos la capacidad de no dejarnos arrebatar las esperanzas. Es una cualidad que nos permite sobreponernos a los más complejos desafíos, aunque en oportunidades vertebrar un respuesta coherente tome más tiempo que el deseado. Para que ella pueda expresarse coherentemente, es necesaria la existencia de un reducto que no se quebró durante la tormenta. Fue así siempre y no dejará de serlo en lo adelante.
Quien resiste la avalancha enemiga sin plegarse; quien no vende su alma al mejor postor pues prefiere echar su suerte con los pobres de la tierra; quien sabe que un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército, no solo se erige en bastión sino que inspira, con la fuerza de su ejemplo, a mujeres y hombres de cualquier latitud.
Esa responsabilidad histórica le correspondió a la Revolución Cubana que, en medio del desconcierto, prosiguió la construcción con voluntad de acero de su propio camino, demostrando que había aún mucho por lo que pelear y soñar.
Años después Chávez, Lula, Néstor y Christina, Correa, Evo, Daniel, Zelaya o Lugo – fomentado un nuevo sistema de integración, con el ALBA y la CELAC como ejemplos paradigmáticos- confirmaron que al contrario de los designios de Fukuyama y el resto de los neoconservadores, todo estaba por empezar.
En los últimos años la derecha continental (en el enfoque marxista como expresión de múltiples determinaciones) aparece nuevamente envalentonada. Aspiran a barrer con lo alcanzado y levantar un orden que coloque lo mercantil en primer plano, enajenando a las personas de su realidad. Es un viejo anhelo que se recicla mediante otros procederes y que nos corresponde a los pueblos impedir su concreción.
Un escenario de lucha.
Con esa motivaciones acaba de concluir en La Habana la XIII Conferencia de Estudios Americanos Realidades y perspectivas de los procesos progresistas y de izquierda en Nuestra América, organizada durante tres jornadas por el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), institución académica adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país, como parte de las diversas actividades desarrolladas a lo largo del año en homenaje al 90 cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
En la ceremonia inaugural (en la que participaron Abelardo Moreno, viceministro del Minrex e Isabel Allende Karam, rectora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, entre múltiples personalidades) el doctor Adalberto Ronda Varona, director de la institución anfitriona, señaló la trascendencia de esta actividad.
“Realizamos estos encuentros de intercambio de ideas y debate académico y político, en un momento crucial, caracterizado por la urgencia de pensar y actuar unidos frente al curso actual del proceso de reconfiguración que se produce en el mapa político de la región”.
Refiriéndose al momento en que nos encontramos, añadió: “Se trata de un escenario que se articula bajo la presión de crisis económica y en el que se cruzan e interinfluyen la contraofensiva de la fuerza regional e internacional de la reaccionaria y antidemocrática derecha; la injerencia, agresividad e intereses estratégicos de los EE.UU. con el apoyo de las nuevas administraciones conservadoras y neoliberales en Suramérica, más los errores, las oportunidades desaprovechadas y la pérdida de la iniciativa política de las fuerzas progresistas y de la izquierda. Ello nos obliga a repensar, reevaluar los acontecimientos y sus resultados, a convertir el pensamiento crítico nuestroamericano en una efectiva arma y alma de lucha por la unidad, la integración y la emancipación de nuestros pueblos”.
El evento fue concebido en tres momentos pues, además de la conferencia como punto central, se desarrolló de manera previa el Taller: Integración latinoamericana y caribeña frente a los megacuerdos neoliberales transoceánicos. Desafíos y perspectivas, mientras que entre el 24 y 28 de octubre tendrá lugar el curso de actualización Perspectivas económicas y políticas en América Latina hacia el 2020. Los procesos de cambios en la región. Estudios de casos.
Como expresión del alto nivel de estos encuentros, durante la Conferencia de Estudios Americanos se presentaron 14 intervenciones especiales en sesiones plenarias y 77 ponencias organizadas en 18 paneles. Particparon en el evento unos 120 profesionales, de ellos 79 cubanos, en representación de 24 instituciones de diferentes provincias, fundamentalmente Centros de Enseñanza Superior y de Investigaciones.
La presencia de 35 prestigiosos analistas de 19 paises de América, Asia y Europa, representando 33 universidades, centros de investigaciones, asociaciones academicas, fundaciones y organizaciones politicas y sociales, contribuyó al realce del evento.
Dichos estudisos procedían de Argentina, Alemania, Bélgica, Bolivia, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE.UU., España, Honduras, India, México, Panamá, Reino Unido, República Dominicana, Viet Nam y Cuba. Al curso de actualización se sumaron representantes de Venezuela y Nicaragua.
Gran impacto tuvieron las presentaciones especiales. En las primera jornada dicha distinción recayó en los doctores Darío Salinas Figueredo, de la Universidad Iberoamericana de México (“América Latina y el Caribe: objetivos estratégicos en pugna, recomposición hegemónica y cambios en el mapa político regional”); Julio César Gambina, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, de Argentina (“Crisis mundial, ofensiva capitalista y el papel de los pueblos de Nuestra América”); Luis Súarez Salazar, UNEAC-ISRI (“La dinámica entre la revolución y la contrarrevolución en Nuestra América: ¿Un nuevo ciclo o una nueva etapa?”); Francisco López Segrera, ISRI (“Crisis del posneoliberalismo y ascenso de la derecha”) y Jairo Estrada Álvarez, de la Universidad Nacional de Colombia (“Elementos para la comprensión del campo de fuerzas y la contienda polñitica actual en Nuestra América”).
En la segunda fecha la Embjadora Isabel Allende Karam, disertó sobre “Fidel, artífice de la política exterior de la Revolución Cubana”, mientras que en un panel especial plenario intevineron el Dr. Vicente Palacio de Oteyza, director del Observatorio de Política Exterior, Fundación Alternativas, de España (“¿Imperio sin imperialismo? EE.UU y los cambios en América Latina y Europa”); la licenciada Elvira Isabel Hernández Toledo, Consejera Política, Grupo de Izquierda Unitaria Europea, Parlamento Europeo, España (“La instrumeentalización europea de los derechos humanos como ariete contra los procesos progrsistas y de izquierda en América Latina y el Caribe”); la Dra. Anna Ayuso Poso, CIDOB, España (“El regionalismo complejo latinoamericano del siglo XXI y las relaciones multinivel con la Unión Europea”) y el MSc. Raynier Pellón Azopardo, del CIPI (“Las relaciones entre la Unión Europea y Cuba: retos y oportunidades en el contexto de una renovada cooperación”).
En la exposición del doctor Gambina, por ejemplo, este resaltó que: “Hay que precisar de qué tipo de Estado hablamos. (…) La criminnalidad está en la base del capitalismo comtemporáneo. Se trata de un sistema que incrementa su carácter especulativo, la compra y venta de armas y el tráfico de personas y drogas, flagelos que no pueden erradicarse dentro de las relaciones que promueven estas sociedades. No hay acuerdos, de otro lado, para condenar a los paraísos fiscales”, precisó.
La rectora Allende Karam destacó que: “A partir de 1959 Cuba dejó de tener una política panamericanista, enfilada a la convergencia con EE.UU, para construir un sistema de relaciones internacionales de marcado cáracter tercermundista y latinoemaricanista, que defendiera en cualquier esceanario los intereses de los históricamente olvidados. Ello es fruto, en buena medida, del genio y la entrega de Fidel, el cual siempre nos enseñó a conversar con nustros interlocutores con el espíritu de encontrar solcuciones a los complejpos problemas que enfrenta el mundoo. Él es un maestro del arte del diálogo y la pesuación. Perteenzco orgullosa a un generación que le corrpondió echar los cimientos del inmenso prestigio con que contamos hoy en este campo, también bajo las enseñanzas de hombre como el Che y Roa”.
Otro mundo mejor sí es posible.
Formando parte del intenso programa académico se llevaron a cabo diversos paneles, concebidos no solo para la presentación de las ponencias escogidas de manera previa, sino como real espacio de debate y formulación de acciones a emprender, uno de los propósitos cardinales de este encuentro internacional.
Cada uno de eso espacios fue coordinado por investigadores del CIPI. El No. 1 Desafíos de las fuerzas políticas en América Latina y el Caribe, tuvo como moderador al MSc. Juan Ángel Cordero Martínez y contó con las exposiciones de la Dra. Irene León Trujillo, Directora de FEDAEPS, Ecuador (“Un nuevo momento para el proyecto latinoamericano”); la Dra. Magnolia Li, Vice Directora de La Escuela de Estudios Extranjeros de la Universidad de Economía y Comercio Internacional de Beijing (“La actualidad del Izquierdismo latinoamericano: problemas y desafíos”); MSc. Raiza K. Olivera Fleita y MSc. Julio César Pérez Verdecia, Universidad de Matanzas (“La correlación izquierda-derecha en América Latina. Perspectivas desde el contexto cubano actual”); Lic. Mayra Bárzaga García, CIPI (“América Latina: Tendencias y actores hacia el 2020. ¿Un nuevo escenario geopolítico?”) y el Dr. Alejandro Javier Rusconi. Secretario de Relaciones Internacionales del Movimiento Evita, Argentina (“Desafíos de las fuerzas progresistas y de izquierda en Argentina frente al avance del neoliberalismo).
El No. 2, El actual escenario político latinoamericano y caribeño, fue coordinado por Mayra Bárzaga García. En él se escucharon las ponencias: “Nuevo Tipo de Movimiento Laboral”, del Sr. Guillermo Magallón, de la Asociación de Trabajadores Agrícolas del Occidente, Estados Unidos; «Las perspectivas de los nuevos movimientos sociales hacia la política: casos específicos de India y México», de la Dra. Noorin Khan, del Centro de Estudios Europeos y Latinoamericanos, India; “Análisis sobre la política exterior y la gobernanza en México”, de la Dra. Ileana Nieves Velázquez, Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México; “Los movimientos juveniles en el espacio político latinoamericano (2012-2016)” del Lic. Angel Rodríguez Soler y la MSc. Sunamis Fabelo Concepción, del CIPI y “Bolivia en el escenario latinoamericano actual”, de la Lic. Orietta E. Hernández Bermúdez, también del CIPI.
El No. 3 fue dedicado a la Integración, cooperación, concertación y los megacuerdos globales, bajo la conducción de la Lic. Lourdes Regueiro Bello. Aquí se escucharon las exposiciones sobre: “ALBA-TCP y CELAC: oportunidades y desafíos para la construcción de una geopolítica contra hegemónica latinoamericana y caribeña”, de la Lic. Aránzazu Tirado Sánchez, de la Universidad Nacional Autónoma de México; “América Latina ante la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico”, de la Lic. Yanaisy Sánchez Rodríguez. Centro de Investigaciones de la Economía Internacional, (CIEI) de Cuba; “Integración, cooperación y concertación en Nuestra América, sus perspectivas a mediano plazo”, de la MSc. Claudia Marín Suarez y “Japón en América Latina antes y después del TPP”, de la MSc. Yunilska González, ambas del CIPI.
En el No. 4, consagrado a similar temática, y moderado por Claudia Marín Suárez, se debatió sobre: “Obstáculos contemporáneos a la integración a la luz de la historia”, del Dr. Oscar Ugarteche, del Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM. México; “MERCOSUR y la nueva situación política en América Latina: ¿profundización o estancamiento?, del Dr. Marcos Antonio da Silva. PROLAM/USP, Brasil; “Mega acuerdos en Nuestra América: análisis de obstáculos en la búsqueda del desarrollo sostenible desde una perspectiva medioambiental” de la estudiante Lil María Pichs Hernández, del ISRI “Raúl Roa García”; “La integración de América del Norte”, del Dr. Fidel Vascós González, Presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) Cuba y “El desafío latinoamericano de la ruptura con el eurocentrismo” del MSc. Ramón Artiles Avela, Universidad Agraria de La Habana.
El No. 5 versó sobre: Estrategias de seguridad y defensa de EEUU y la OTAN hacia América Latina y el Caribe, y fue coordinado por el MSc. Raynier Pellón Azopardo. Las ponencias giraron en torno a: “América Latina y el Caribe en las Estrategias de Seguridad Nacional de EEUU”, del autor de estas líneas; “La administración Obama y los reajustes de la política exterior y de seguridad para América Latina y el Caribe. Apuntes para un balance”, del MSc. Santiago Espinosa; “Proyección geoestratégica de la OTAN y otros actores hacia América Latina y el Caribe” del Dr. Nelson Roque Suástegui; “América Latina y su implicación en la carrera armamentista en el quinquenio 2011-2015” del MSc. Enrique Martínez Díaz, todos ellos del CIPI y “Blitzkrieg estadounidense en América Latina” del Lic. Pável Alemán Benítez, de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.
En su exposición el Dr. Roque, señaló que: “La seguridad del área, desde el punto de vista militar, EEUU la garantiza a través del Comando Sur, cuya prioridad consiste en mantener el control de toda la región, preparar a los ejércitos de los países aliados para que alivien en cierta medida la tarea de controlar un área tan extensa, capacitar a los decisores latinoamericanos y caribeños para que respondan a la ideología e intereses de los EEUU, presten su territorio para asentar las tropas del Comando y además, obtener la información necesaria que les permita contener cualquier movimiento social no deseado”.
Martínez Díaz, de igual manera, aclaró que: «Los principales países imperialistas han continuado desarrollando sistemas de armas cada vez más modernos, precisos y letales; una de la características de la época contemporánea es que no siempre se manifiesta esta competencia, emulación o pugna directamente entre los estados; en su lugar, las grandes transnacionales de producción de armamentos (mayoritaria pero no exclusivamente norteamericanas) han continuado e incentivado este proceso; lo cual no es nada extraño si tenemos en cuenta que una de las características del Imperialismo, en la medida que va haciendo mayor su dominio a nivel global, es la internacionalización del Capital. La inversión en la investigación científica y la aplicación en la esfera militar se ha mantenido, e incluso se ha hecho aún más provechosa para las empresas del Complejo Militar Industrial».
El No. 6 se dedicó a las Estrategias de seguridad ante el crimen internacional organizado en América Latina y el Caribe, y tuvo como moderador a Enrique Martínez Díaz. Se escucharon en el mismo los trabajos: «Las drogas, la piratería y la soberanía: Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, las perspectivas de la seguridad para el Atlántico Sur» del Dr. Erico Duarte de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur, Brasil; «Centroamérica: el tema de la lucha contra la corrupción en el momento político actual de América Latina. Los casos de Guatemala y El Salvador» del Prof. Rafael Cuevas Molina, de la Universidad Nacional de Costa Rica; “La agenda de seguridad de CARICOM en torno al crimen trasnacional organizado (2001-2016)”, de la MSc. Maylin Cabrera Agudo del CEHSEU” y “La red de ciberseguridad estadounidense y su impacto en América Latina” de la Dra. Ismene Ithaí Bras Ruiz, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El No. 7 fue dedicado a: El Derecho y los conflictos: retos para América Latina y el Caribe, con la conducción de la MSc. Ana María Valido Alou. La discusión tomó como partida los materiales: “Derechos Sociales en el Siglo XXI: Comparativa constitucional entre Europa y Latinoamérica” del Dr. Diego López Garrido, de la Fundación Alternativas de España; “Los Derechos Humanos como referente normativo en la Integración Latinoamericana y caribeña”, de la Profesora Gabriela Torres Rómulo y “El Derecho de Integración Latinoamericano y caribeño. Retos jurídicos en la construcción de la CELAC”, de la Lic. Olga Victoria Madrigal Álvarez, ambas de la Universidad de Holguín “Oscar Lucero Moya”; “Los Derechos Humanos en Argentina. Kirchnerismo vs Macrismo” de la Lic. Martha Gloria Vicente Arango y “Diferencias, diferendos y conflictos” de la Lic. Leyla Carrillo Ramírez, las dos últimas del CIPI.
Se quiere acabar con el multilateralismo.
El mencionado Taller Integración latinoamericana y caribeña frente a los megacuerdos neoliberales transoceánicos acaparó la atención de varios especialistas. Bajo la conducción de la experimentada economista Oneida Álvarez se escucharon valiosas intervenciones, que suscitaron a la vez un debate productivo.
El Dr. Jaime Estay Reyno, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, explicó que: «Los megacuerdos tienen como telón de fondo avanzar como vías alternativas al margen del multilateralismo, para después ir contra las mismas instituciones multilaterales».
La especialista antillana Lourdes Regueiro Bello alertó que estos proyectos tienen mucho de especulación. Con relación a los proyectos integracionistas fomentados en la región dijo que: «Hay que tocar las estructuras de propiedad. Sin ello es imposible avanzar. Llegar al gobierno es clave, pero no basta. Acumulamos una experiencia tremenda en la lucha contra el ALCA que debemos retomar. Estamos obligados a mirar mucho más adelante. Del rentismo es imposible vivir».
La Dra. Oneida Álvarez, por su parte, profundizó en muchos de estos tópicos. «Este reacomodo de fuerzas no es casual. Hay una estrategia imperialista. Tenemos que analizar los vínculos sistémicos y no quedarnos en lo epidérmico. Están impulsando como parte de su ofensiva la liberalización y la desregulación del comercio y los capitales. Los Movimientos Sociales tienen que articular con mucha más integralidad su labor. Hay que disponer de poleas de trasmisión en lo ideológico para batallar contra la contradicción capital-trabajo y centro-periferia».
En otro momento de su reflexión añadió: «Hay que volver a una especie de Manifiesto Comunista contemporáneo contra el empuje imperialista. La Academia tiene un papel clave, especialmente para que haya claridad en la actuación. Nunca antes la integración latinoamericana enfrentó desafíos tan complejos. No han dejado de existir, por el contrario, las razones que fundamentaron en el período reciente nuestra integración. Hay que buscar la unidad ante todo. Hay que transformar las estructuras económicas o de lo contrario los procesos se vuelven absolutamente vulnerables. Los errores cometidos son una fuerte de aprendizaje. Hay que estudiar las contradicciones en Estados Unidos».
El Dr. Luis René Fernández Tabío, del CEHSEU, realizó una exhaustiva exposición sobre estos asuntos. En su ponencia: «Estados Unidos, los Tratados de Libre Comercio Megarregionales y las Relaciones Interamericanas» se adentró en la esencia de estos procesos.
«La visión estratégica estadounidense, expresada en la política de integración mediante el llamado libre comercio en sus distintas modalidades, busca su reposicionamiento como potencia líder en el proceso de transición del sistema mundial hacia formas cada vez más multipolares y multilaterales. La prioridad a largo plazo de la proyección externa de Estados Unidos se pone en Asia Pacifico, como reconocimiento de los avances económicos allí, pero sin dejar de conceder importancia crucial a las relaciones interamericanas, baluarte de su posición geoeconómica y geopolítica mundial.
«Es decir, la política declarada por la administración Obama de «pivot Asia» no debe interpretarse como una disminución del interés, protagonismo y hegemonía estadounidense en América Latina y el Caribe. Nuestra América sigue siendo de interés vital en términos no solamente económicos, sino desde la perspectiva de su seguridad nacional, determinada por la cercanía geográfica y las enormes riquezas naturales disponibles en ella», explicó.
En relación al devenir de estos mecanismos, el también Profesor Titular puntualizó: «Los escenarios perspectivos estarán no solamente y ni siquiera principalmente determinados por factores de índole económica, como ritmos de crecimiento, aumento de las inversiones, o la formación de cadenas productivas regionales y globales. Sin duda el éxito de los resultados económicos es importante, pero también la distribución de la riqueza, la solución de los principales problemas sociales de la salud, la educación, la vivienda, entre otros, y en relación con estos últimos, los efectos de las luchas políticas internas dentro de cada país, y el ascenso o retroceso de los movimientos sociales progresistas y su capacidad de colocar y consolidar gobiernos portadores de sus intereses, distinguiendo entre los proyectos neoliberales y los pos-neoliberales, anti-hegemónicos y antiimperialistas».
Alertó, asimismo, que: «Los populismos de derecha en Europa están ganando terreno político. Quieren cerrar las fronteras y derribar lo que huela a avance social. Pese a ello tenemos que ser profundamente optimistas y organizar desde la mayor amplitud la lucha revolucionaria. La historia, afortunadamente, no terminó y ese mensaje debe expandirse con claridad por todos los puntos cardinales».
*El autor es Licenciado en Historia; Especialista en Seguridad y Defensa Nacional y Profesor Auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana.