En intercambio con la prensa, integrantes del CDP explicaron que esa agencia de Naciones Unidas fue de las primeras organizaciones en enviar alimentos para complementar la canasta básica de los damnificados, luego del azote del fenómeno meteorológico, que causó estragos en los citados municipios y dejó a miles de personas sin viviendas.
Alejandro Hartmann, Premio Nacional de Cultura Comunitaria e Historiador de la Primogénita de las villas y ciudades cubanas, opinó a ACN que la cooperación de esa agencia internacional es histórica con la nación caribeña, tanto en épocas normales como desastres, por la transparencia con que Cuba utiliza esos recursos y los hace llegar a su destinatario: la población.
Al menos dos cargamentos del PMA con alimentos, paquetes de pastillas purificadoras de agua y almacenes temporales de estructura metálica llegaron a la provincia de Guantánamo tras el devastador paso de Matthew, dos de las cuales se encuentran instaladas ya en esta ciudad e igual número en Maisí.
Donna Baños Guerra, jefa del subgrupo de alimentos del CDP, destacó que los almacenes han sido de gran ayuda debido a que la mayoría de esos centros colapsaron durante el huracán, sobre todo en este municipio y Maisí, donde el paso del hurácan estremeció la infraestructura.
Añadió que se buscaron, como solución alternativa, lugares para depositar alimentos, medicamentos y otros insumos.
Valoró la también vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial, la contribución de los gobiernos de Venezuela y Japón, las donaciones recibidas de algunas organizaciones no gubernamentales e instituciones de carácter religioso.
Precisó que se ha manifestado además igual gesto solidario, por empresas, entidades, organismos de la administración central del Estado, ministerios y gobiernos de otras provincias.
Indicó que de ese aporte se benefician, además de los damnificados, centros estudiantiles, de salud y otros de servicios vitales para ellos mismos y el resto de la población, a los cuales se hacen llegar esos beneficios, “con estricto control y apego a la legalidad, por parte de las autoridades competentes y los presidentes de las zonas de defensa.