La voluntad, el sacrificio y la inteligencia de Andrés Machín Terrón no cayeron totalmente en el cerco económico, comercial y financiero impuesto a Cuba durante más de medio siglo por parte del imperialismo norteamericano. Viajó entre su vivienda y la universidad sobre una silla de ruedas a lo largo de seis años, hasta concluir la Licenciatura en Derecho.
Sin embargo, este hombre discapacitado por causa de una paraplejia, reconoce que “el bloqueo no tiene fronteras para hacerle daño al sistema educacional cubano, incluso, es muy cruel porque provoca múltiples prohibiciones a personas con enfermedades severas.
“Entre las restricciones figura la falta de piezas de repuesto para los medios de locomoción, tales como sillas de rueda, triciclos, bastones, muletas; el déficit de materia prima para la confección de zapatos ortopédicos y la carencia de prótesis agravada en los últimos tiempos, cuestiones que se plantean en el actual proceso asambleario de nuestro VI Congreso de la Asociación de Limitados Físico Motores (Aclifim).
“Además, la injusta política de los Estados Unidos asedia el otorgamiento de visa para la entrada a Cuba de una Organización no Gubernamental dispuesta a venir dos veces al año con donaciones de recursos destinados a mejorar la calidad de vida de personas con necesidades especiales”, enfatiza el presidente de la Aclifim en el más céntrico municipio de la provincia de Ciego de Ávila.
