Si de algo sabe Félix La Rosa Hernández es de cálculos y cifras. Desde su desempeño como profesor de Matemática de la secundaria básica Francisco Maceo Osorio, de la ciudad de Santiago de Cuba, el también Máster en Ciencias Pedagógicas es experto en números. Sin embargo, asegura que el bloqueo de más de 50 años no solo puede medirse en cifras.
“Nunca se podrá calcular el desgaste psíquico al que hemos estado sometidos ni las privaciones espirituales soportadas. Pero si de sacar cuentas se trata está claro que es millonario el saldo negativo que esa hostil política deja a Cuba en todos los sectores y la Educación no escapa a ello. Limitaciones con la disponibilidad de medios de enseñanza, barreras para un intercambio académico expedito entre docentes de uno y otro país, dificultades para producir y comercializar materiales escolares… en fin, es larga la lista, no obstante el empeño por mantener la calidad de cada clase ha estado presente con resultados favorables, y no hay bloqueo que nos impida seguir adelante”.
La doctora Alena Bardají Nicot, especialista de primer grado en Estomatología General Integral, Máster en Salud Bucal Comunitaria y profesora asistente, también asume día a día su desempeño profesional con el lastre que significa el bloqueo yanqui.
“Nuestros servicios médicos están impactados negativamente por este absurdo que bien pudiera aliviar el presidente Obama. Ahora aprueba una directiva que en concreto no beneficia al pueblo cubano. Hay más de una decena de acciones que pudiera hacer para menguar la asfixia económica a la que nos someten, pero no, se enfoca más bien en asuntos de ‘apoyo a la democracia’. Eso no lo necesitamos, sí nos hace falta, por ejemplo, libre acceso a materiales, equipos, medicamentos, que tienen que ser adquiridos en países lejanos y a más altos costos para mantener la atención a los pacientes”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.