“La forma en que invirtamos en las niñas de 10 años hoy determinará el aspecto que nuestro mundo tendrá en 2030”, señala el Informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) 2016, dado a conocer este miércoles en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana.
El informe precisa que la forma en que se apoye a los 60 millones de niñas que hoy tienen 10 años, en su transición de la adolescencia a la edad adulta, dependerá el futuro mundial.
¿Por qué a los 10 años de vida? A esa pregunta responde un mensaje del doctor Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, contenido en el documento. “Esa es la edad de expresión del horizonte. Pero lo cierto es –señala- que en algunos países, sobre todo los subdesarrollados, eso no es así.
La mayoría de las niñas son obligadas a casarse y la pubertad se convierte como la ventada de entrada al estancamiento y la pobreza, muchas no llegan a disfrutar de sus derechos, precisa el documento.
En la cita trascendió que la inversión en las niñas de 10 años de edad puede rendir un dividendo demográfico enorme para los proyectos de desarrollo futuro de las naciones. El texto también indicó que más de la mitad de los 60 millones de niñas de la referida edad en el mundo viven en los 48 países con mayor desigualdad de género.
El informe, que bajo el título de “10. Nuestro futuro depende de las niñas que cumplan esta decisiva edad”, revela el estado del mundo dentro de 15 años, y alerta que el matrimonio forzado, el trabajo infantil, la mutilación genital femenina y otras prácticas que dañan la salud y los derechos de las niñas, amenazan la ambiciosa Agenda de Desarrollo 2030.
Lo interesante de esta propuesta –reconoce el texto- es su manera de contar la situación demográfica actual, a través de las historias de sus protagonistas.
La prueba del éxito será efectiva si todas las niñas crecen sanas y con desarrollo próspero. Con el apoyo de la familia, la comunidad, la nación y con la plena realización de sus derechos, una menor de 10 años puede mejorar y ayudar a hacer realidad el futuro deseado.