La Directiva Presidencial de política hacia Cuba fue evaluada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla “como un paso significativo en el proceso hacia el levantamiento del bloqueo y la mejoría de las relaciones” bilaterales, pero no esconde las viejas ambiciones de Washington de promover cambios en el país caribeño ni renuncia a su tradicional política injerencista.
En conferencia de prensa convocada a propósito de los anuncios realizados en la mañana de este viernes por la administración de Barack Obama, Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, afirmó que en el documento “hay un reconocimiento a Cuba y a su gobierno como interlocutor legítimo e igual, así como a los beneficios que reportaría a ambos países y pueblos el logro de una relación de convivencia civilizada dentro de las grandes diferencias que existen entre los dos Gobiernos”.
También apreció que la Directiva reconozca “la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba” como principios esenciales para el desarrollo de las relaciones.
Sin embargo, el documento no oculta el propósito de promover cambios en el ordenamiento económico, político y social de Cuba, dijo Josefina, ni esconde la intención de continuar desarrollando programas injerencistas que responden a los intereses de Estados Unidos en los que involucra a sectores de la sociedad cubana.
Reiteró la voluntad del Gobierno de Cuba de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación con su homólogo sobre bases de plena igualdad y reciprocidad y sin injerencia en los asuntos internos de cada país.
Respecto a las medidas anunciadas por los Departamentos del Tesoro y Comercio para modificar la aplicación algunos aspectos del bloqueo, la diplomática cubana sentenció que “tienen un carácter muy limitado”, algo que se aprecia cuando se analiza el alcance real de las mismas.
“En su mayoría están dirigidas a ampliar transacciones que habían sido autorizadas en paquetes de medidas precedentes”, aseveró.
La diplomática adelantó que aunque las autoridades cubanas seguirán estudiando este tema, pues es de “gran complejidad en el orden técnico y legal”, una primera lectura permite alegar que se mantienen, por ejemplo, las prohibiciones de las inversiones de Estados Unidos en Cuba, excepto las aprobadas en el 2015 para el sector de las telecomunicaciones.
En segundo lugar, no hay expansión de las exportaciones a la isla más allá de las ventas limitadas que fueron autorizadas anteriormente y que excluyen sectores claves de la economía cubana.
En tercer lugar, se mantienen las restricciones para las importaciones cubanas en Estados Unidos, especialmente las provenientes del sector estatal, con la única excepción ahora de los productos farmacéuticos que se han autorizado en este paquete de medidas.
En el sector financiero no fueron anunciadas nuevas medidas y se mantiene la prohibición de abrir cuentas corresponsales de entidades bancarias cubanas en sus similares estadounidenses.
“En general, las medidas anunciadas hoy y que entrarán en vigor a partir del venidero lunes 17 de octubre, benefician más los estadounidenses que al pueblo cubano”, certificó.
“El bloqueo está ahí, persiste, afirmó Josefina, y es algo con lo que tendremos que seguir conviviendo pero que tendrá que cambiar algún día para que podamos tener relaciones normales”.
A una pregunta de la prensa la diplomática cubana añadió que esta “Directiva Presidencial es una política de este Gobierno, de esta Administración, pero que en ella se aprecian elementos que pueden ser útiles” al sucesor de Obama en caso de que este decida continuar avanzando la mejoría de las relaciones con Cuba.
Este documento, opinó Josefina, además de reflejar la posición del Gobierno, contiene el sentir de amplios sectores de la sociedad estadounidense y de círculos políticos de ese país que piensan que lo sucedido entre nuestras naciones, a partir del 2014, es lo que más conviene a ambas partes. Por eso podría considerarse como un texto de referencia.
La representante de la Cancillería reconoció que a lo largo de los 55 años de confrontación solo se han publicado dos Directivas Presidenciales de política sobre Cuba. Una data de abril de 1977, emitida por el entonces presidente James Carter. Fue secreta en su momento, solo desclasificada en el 2002, fecha en que pudo ser consultada por las autoridades cubanas.
La segunda Directiva es esta de hoy, comentó Josefina, la cual se hizo pública, acción explicada en la mañana por Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional de la Administración Obama.
No obstante, yo no podría asegurar que no existen otros documentos, afirmó la diplomática pues ya sabemos que muchos se mantuvieron secretos por mucho tiempo y han venido a conocerse a lo largo de los años.
A pesar de ellos, explicó, Cuba sigue negociando con ese gobierno que no ha abandonado los planes subversivos contra Cuba ni muchas otras políticas heredadas del pasado, porque como parte de su interacción en este proceso de diálogo para la construcción de una relación de nuevo tipo con Estados Unidos, hemos tenido la oportunidad de exponer cuáles son esas políticas que sobreviven y que deben ser modificadas. No hay reunión con el Gobierno del presidente Obama y sus representantes, incluso antes de los anuncios del 2014, donde no aprovecháramos para mencionar esa larga lista de temas que deben solucionarse.
A lo largo de este tiempo algunas políticas han cambiado, como la inclusión de Cuba entre los Estados patrocinadores del terrorismo. Esperemos que otras continúen cambiando en el futuro, concluyó.