Por Juanita Perdomo Larezada y Betty Beatón Ruiz
Durante toda esta jornada de martes, jóvenes de la provincia de Santiago de Cuba de diferentes niveles de enseñanza denuncian y condenan desde sus centros de estudio las acciones subversivas de la organización no gubernamental norteamericana World Learning.
La nueva generación de santiagueras y santiagueros tiene claro que el otorgamiento, de manera selectiva a quienes tienen entre 16 y 18 años, de becas encaminadas a formar “líderes de opinión”, lleva el falso ropaje del intercambio académico para enmascarar el verdadero interés de subvertir el orden en la Mayor de las Antillas.
En actos organizados por la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) alumnos de diferentes grados alzan su voz para condenar la manipulación que pretende hacer con ellos la World Learning, ONG con financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID.
Estudiantes de preuniversitarios como el Mario Maceo Quesada, Rafael María de Mendive y Cuqui Bosh, así como centros de la educación superior: la Universidad de Oriente y de Ciencias Médicas han realizado actos de reafirmación revolucionaria en los que han ratificado su apego a la Revolución.
Desde el Mario Maceo, por ejemplo, Manuel Alejandro Fernández, de onceno grado, llamó la atención en torno a la contradicción del Gobierno de los Estados Unidos de pretender normalizar las relaciones con Cuba sin respetar la independencia y la autodeterminación de este país.
“Si quieren cambios en Cuba no se preocupen los señores imperialistas, dijo, cambio habrá, sí, cambio para más y mejor socialismo, más próspero, más sustentable, hecho por nosotros mismos, con los jóvenes lidereando el proceso de mejora, sin concesiones al enemigo, sin claudicar en los principios que nos han convertido en un país respetado y reconocido a nivel mundial”.
Por otro lado, desde la Universidad de Oriente, de ciencia y conciencia, Héctor Licea, dirigente de la FEU en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, también exponía sus argumentos de denuncia y condena.
“¿Los jóvenes cubanos nos cerramos al intercambio académico o de cualquier tipo con otras naciones? No. Abogamos por ello, a sabiendas de que el conocimiento es amplio, diverso y puede estar en cualquier parte, pero tiene que llegar de manera transparente, de buena fe, con desinterés total, tal y como ha hecho Cuba con tantos jóvenes del mundo, incluidos norteamericanos, y en especial con los de países del Tercer Mundo”, dijo el futuro economista santiaguero.