El Gobierno del presidente Evo Morales ha construido hasta el momento 652 obras de infraestructura para beneficiar a organizaciones sociales, pilares del proceso de cambio que tiene lugar en Bolivia desde 2006, según afirma un reporte de Prensa latina fechado en La Paz.
De acuerdo con datos oficiales, solo las organizaciones sindicales se favorecieron a lo largo de la última década con 277 campos deportivos.
Estos beneficios fueron recordados por el mandatario al entregar una sede para la Federación de Fabriles del central departamento de Cochabamba, momento en el que también reconoció la lucha y el acompañamiento de los movimientos y organizaciones sociales en sus 10 años de gestión en contra del modelo neoliberal.
“Los movimientos sociales conocemos los problemas estructurales y bajo esas luchas y marchas hemos comenzado a cambiar (…) Hemos enfrentado un modelo neoliberal de subasta y eso ha sido importante”, dijo.
El primer mandatario indígena ganó las elecciones del 2005 con más del 54 % de los votos, impulsado por la fuerza de las reivindicaciones sociales y la resistencia del movimiento cocalero contra las políticas antidrogas y el injerencismo del Gobierno de Estados Unidos.
Tras una década de gestión, el Gobierno adoptó políticas que cambiaron el panorama político, económico, social y cultural de esta nación andina, entre ellas el decreto de nacionalización de hidrocarburos en mayo del 2006.
Durante el período de gobiernos neoliberales el país acumuló apenas 4 mil 500 millones de dólares por concepto de renta petrolera. Sin embargo, con la gestión del Movimiento al Socialismo esa cifra se elevó a 31 mil 500 millones de dólares, revelan datos oficiales.
Dichas ganancias respaldan el amplio plan inversionista que busca la redistribución de las riquezas, la industrialización, la construcción de carreteras y convertir a Bolivia en el corazón energético de Sudamérica, entre otras estrategias.