Si bien es cierto que Tania Madrigal Plasencia vivió una verdadera pesadilla en su viaje de La Habana a Morón… no ha sido muy diferente para los responsables de la pérdida del equipaje.
El mal sueño de los tripulantes comenzó después de la denuncia de esta lectora, que no se limitó a presentar cargos ante la justicia, sino que se dirigió a varios medios de prensa y a Trabajadores, primero en dar a conocer el lamentable incidente.
La investigación demostró que los choferes fueron responsables y se les aplicaron medidas disciplinarias en correspondencia con la gravedad del suceso, según la respuesta que nos envía el ingeniero Johan Pérez Rodríguez, director de la unidad empresarial de base Augusto César Sandino, de la Empresa de Ómnibus Nacionales.
El responsable directo fue separado definitivamente de la entidad y su compañero trasladado a otra plaza de menor remuneración y en condiciones laborales distintas por un término de seis meses, con derecho a reintegrarse a su plaza.
En la carta el funcionario puntualiza que lo ocurrido se puso a disposición de las autoridades competentes y la afectada recibió una indemnización.
Realmente es lamentable tener que viajar con el corazón en la boca temiendo que nuestro equipaje no llegue a su destino. Y estas prácticas son bastante frecuentes en la transportación desde y hacia La Habana y más con los equipajes de las personas que regresan del exterior, que muchas veces los choferes dicen que no pueden subir más de 2 maletas y es para que el cliente les de dinero por encima. Esto también sucede en la terminal de ómnibus interprovincial de La Habana, pues en una ocasión me dijeron que no podía subir una maleta y un maletín mediano. Pero no solo sucede con los equipajes, también con los boletines que tanto el que expende los mismos como los choferes dicen que no tienen capacidades y es para que la persona que necesita viajar le pague 10 o más CUC por encima del valor del pasaje. La corrupción es tanta que hay que poner mano bien dura con los que las cometen y para ello lo mejor es separarlos definititamente del puesto de trabajo, de lo contrario los que continúan en esos puestos seguirán haciendo lo mismo.